jueves, 31 de marzo de 2016

Regalos de cumpleaños.

Cuando Andrés y Erytheia comenzaron su relación como Amo y sumisa, éste se preocupó sumamente porque ella tuviese una buena relación de amistad con las sumisas de sus amigos. Erytheia al principio pensaba que era una cuestión de comodidad durante las reuniones, pero después comprobó que tener el apoyo de Silvia y Mérida era muy beneficioso para ella, para su crecimiento y su seguridad.

A Erytheia se le presentaba un nuevo reto. Era el cumpleaños del Amo de Mérida y Silvia y ella eran los regalos que sus respectivos Amos iban a hacer a su amigo. Una tarde con tres sumisas para Él.

Erytheia y Silvia iban vestidas de negro, ropa interior, medias y tacones. Llevaban además un enorme lazo dorado en la cabeza, dejando clara su categoría de regalo. Mérida no llevaba lazo, ella ya era Suya.

Las tres esperaban arrodilladas en la habitación, Erytheia a la izquierda, Mérida en el medio y Silvia a la derecha. Había champán, platos de perrita, fruta, chocolate y muchos aperitivos.

Cuando llegó Mérida se adelantó a quitarle su chaqueta, dejarla en su sitio, Erytheia y Silvia lo descalzaron. Se acomodó en una butaca. Con un chasqueo de dedos las tres se acercaron a cuatro patas, como buenas perras. Erytheia se colocó entre sus piernas, para chuparle la polla, mientras Mérida le comía los huevos y Silvia lo masajeaba utilizando desde la lengua hasta las tetas para ello.

No se corrió, llegado el momento colocó a Mérida sobre la cama, y le sodomizó el culo con fuerza, mientras ordenaba a Silvia y Erytheia que se liaran entre ellas para espectáculo del Amo.

A Mérida la bombeaba con fuerza y Erytheia se sorprendió de lo poco que ésta se quejaba... debería de estar muy bien acostumbrada.

Aunque la verdad es que Erytheia no estaba demasiado pendiente de como sodomizaba su Amo a Mérida, Silvia besaba muy bien y captaba su atención... más aún cuando dejó de besar su boca para centrarse en su entrepierna.

Cuando se corrió Silvia se apresuró a limpiarle la polla, mientras Erytheia se encargaba de dejar limpio el culo de Mérida.

-Tengo hambre. - dijo el Amo.

Mérida se levantó y le puso una copa y una bandeja con varios aperitivos. Los acercó a su Amo y se quedó arrodillada para facilitárselo. Mientras, Silvia le daba de comer y Erytheia preparaba la bañera.

Cuando se levantó para bañarse las dos perritas lo acompañaros. Erytheia esperaba en el baño.Él entró en la bañera.  Erytheia se colocó en el borde masajeando su espalda mientras lo enjabonaba, así como su pelo. Silvia se dedicaba al pecho y los brazos, las piernas y Mérida a lo más importante, a la polla... Erytheia utilizaba las manos en el pelo, mientras que las tetas la dedicaba a la espalda...  Silvia por su parte utilizaba sus pechos y Mérida... Mérida sobra decir que para limpiar la polla de Su Amo usaba la boca.

El Amo estaba tan relajado que se quedó adormilado, hasta que el agua se fue quedando fría y despertó. Al salir de la bañera las tres sumisas se turnaron para secarlo. Después el Amo las mandó a ducharse por turnos, para que Él nunca se quedara solo. La primera en ducharse fue Erytheia. Mientras Mérida se tumbó bocarriba sobre la cama, Silvia se puso sobre su cara para que le comiera el coño y el Amo se folló su coño.

La siguiente en ducharse fue Mérida, que tenía toda la cara llena de flujo de Silvia, quien al borde del orgasmo soñaba con poder frotarse para correrse, pero ninguna de las tres tenía permiso para hacerlo; solo estaban allí para dar placer.

Erytheia se colocó en el lugar que previmente había ocupado Silvia, mientras Silvia se colocaba en el que había estado Mérida.  Cuando Silvia fue a la ducha el Amo estaba a punto de correrse y Erytheia se la chupó hasta que se corrió en su boca. Mérida que salía de la ducha en ese momento acudió presta a limpiarla.

Ya estaban las tres limpias cuando el Amo les dijo que se colocaran a cuatro patas con la cara en el suelo.

-Es mi cumpleaños y quiero soplar las velas.

Colocó a cada una de ellas una vela en el culo, insertada. La encendió y les pidió que cantasen cumpleaños feliz, pero que lo cantasen bien afinado... Con la postura que las tres sumisas tenían, para cuando el Amo consideró que habían cantado bien para soplar las velas, todas tenían el culo lleno de cera.

martes, 29 de marzo de 2016

Rutina

Ella siempre lo escuchaba llegar cuando se quedaba en casa a dormir, y salía a correr cuando amanecía. En su remolonear sentía como entraba en la habitación, se sentaba en la cama y le daba un beso.

-Erytheia, despierta.
-cinco minutos más Amo, porfi.
-Vamos arriba Erytheia.

Ella se levantaba e iba a poner la cafetera. Después, mientras Él se duchaba, le preparaba la ropa y hacía tostadas, cortaba fruta y preparaba zumo.

-Erytheia!

A Él le gustaba que Ery lo secara  despacio y que se la chuparla antes del café. Cuando se corría en su boca y ella se la dejaba limpia, se vestía, con su ayuda. Desayunaban juntos y mandaba a Erytheia a la ducha.

Ahora era Él quien elegía la ropa que Ery llevaría ese día. Pantalones ajustados, blusa abotonada, botines bajos y abrigo corto. Un pañuelo al cuello para proteger su garganta.

-Ponte en inspección. -le dijo al salir de la ducha.  Y comprobó su depilación. -bien, buena perra. 

Se iban juntos a trabajar, Él la dejaba a ella con la moto y le decía que pasaría a recogerla. En el trabajo a Ery se le pasaban las horas largas, a pesar de amar su profesión.  Un mensaje  de Él lo facilitaba todo... o lo complicaba en según que situación...

"Quítate las braguitas y masturbate sin correrte, después vete a la reunión que tienes y cuando salgas, lo vuelves a hacer"

Erytheia se quedaba a punto de caramelo, cachonda y sin poder correrse. Así pasaba la mañana, al borde del orgasmo.

Cuando llegaba la hora de salir,  sus piernas chorreaban ansia.

Él la recogía  en la moto,  a veces iban de compras o al cine, a pasear si no hacía mucho frío... Pero, los días favoritos de Erytheia eran cuando  iban directamente a casa. Como ese día.  Ese día Él la llevó a casa rápido. Y empezó a desabotonar su blusa en el ascensor. Le besó los labios con fuerza, mordisqueando su lengua. Se agarró a ella y la alzó para meterla en casa. La tumbó en la cama.  Le bajó los pantalones y entró con fuerza. Con ansia, sin preámbulos.  Embistiendo.

Cuando la follaba así Erytheia no podía controlar su cuerpo, le venían espasmos de placer, se retorcía y queria correrse. Gritaba y Él la sujetaba mientras la follaba.

-Amo, por favor. Permitame correrme.
-No puta.

Él se corría dentro de ella. Después la llevaba a la bañera, dejándola cachonda.  El agua calentita la esponja y Él sentado junto a ella. Ella lava las piernas de su Amo y su Amo se cuela con dos dedos dentro de ella.

-Ahora si te vas a correr.

Erytheia obedece, poca falta hace que su Amo la toque, está muy cachonda. Se corre en silencio, de forma profunda y larga.  

Cuando se recupera Él la saca de la bañera, la seca y la pone a cuatro patas. Entra en su culo y se lo sodomiza.

Después le ordena ponerse unas braguitas e ir a hacer la cena.

Él se ducha, después cenan juntos, Él en el sofá, ella a sus pies.

A la hora de acostarse ella se lava bien, se acicala  y se pone bonita para Él.

Él le hace el amor y se duerme agarrado a su cintura. Ella ya ha aprendido a no moverse mientras duerme, jamás querría deshacerse de sus brazos.