jueves, 24 de diciembre de 2015

Nochebuena

Estaba todo preparado para cenar. La mesa para dos, aperitivos, crema y pavo... dulces menos que el Amo no es muy de mazapán.

Yo con una falda roja, un moño con una cinta roja y un lazo alrededor del pecho... soy un regalito monismo.

Cuando el Amo llega lo espero arrodillada, con una copa entre las manos. Me mira sonriente. Coge la copa y me abraza poniéndome de pie. Es más guapo...

-Sirve la cena, solo después de cenar abrirás tu regalo.

Cenando me siento a su lado. Y el juega con mi coño desnudo. En el primer plato deshace el lazo que envolvía mis pechos y me quedo así, recibiendo pellizcos, mordiscos y besos en los pezones a cada rato.
Cuando voy a por el sorbete de limón que he hecho de postre (por eso de que al Amo no le gustan los dulces navideños) mi cuchara ha desaparecido y en su lugar hay dos pinzas.  Lo miro.
-Vamos, no tardes.

Pinzo  mis pezones  y cuando Él ha empezado a comer, meto la lengua en la copa y comienzo a dar cuenta de mi sorbete. Al Amo le divierte y me hace una foto. Dice que será su felicitación navideña para sus amigos Dominantes. Yo sonrío y sigo comiendo.

Cuando acabamos recojo la mesa. Me dirijo a donde Él está y me situó entre sus rodillas. Me levanta y me sienta sobre Él.

-A ver Erytheia. ¿Has sido buena este año o debería darte unos azotes?

Yo me río.

-He sido buena Amo.

-Aún así,  creo que antes de tus regalos debería darte unos azotes, para que no olvides ser buena el año que viene.

Me coloca sobre sus rodillas, levanta mi falda y recorre mi culo con sus dedos. Es delicado al hacerlo. Los azotes comienzan a caer despacio, y entre los azotes alguna caricia, algún beso, algún mordisco. Cuando acaba tengo el culo rojo y El la polla dura. Se desabrocha el pantalón y la saca. Me sienta sobre ella y me penetra.  Cabalgo sobre sus rodillas guiada por el ritmo que Él impone agarrando mi pelo. Con la otra mano me frota el clítoris con fuerza.

-Córrete Erytheia.

Cuando lo ordena lo hago y siento también su leche dentro de mí.

Me arrodillo a limpiar bien su polla, hasta dejarla reluciente.

-Perrita buena. Ya puedes abrir tus regalos.
Lo primero que hago es empujar hasta sus pies la caja que contiene sus regalos. Una camisa, unos zapatos, un reloj, una colonia, un flogger y una vara nueva, que el otro día partió la anterior en mi culo. Me sonríe y me dice que le encantan. Me besa y me apremia a abrir los míos.  Hay tres paquetes.  El primero que abro contiene 5 libros que quería leer. Lo beso agradecida. El segundo  un vestido con medias y tacones que quiere verme puestos en fin de año. El tercero un  uniforme de colegiala con lazos zapatos y calzas incluidas ,  dos piruetas grandes, y una paleta de madera en la que viene escrito "niña mala".  

Se me escapa una carcajada, nerviosa.  Me acerco a agradecer al Amo su regalo. Empiezo besando su polla y acabo metiéndola entera en la boca. Una mamada  despacio que acaba en una follada de boca cuando Él se pone de pie y comienza a marcar el ritmo. Me dan arcadas pero no para. Se corre en mi cara.

Se la limpio con la lengua. Él restriega el sémen por mi cara y me da sus dedos para que los limpie. Va hacia la habitación y lo sigo a cuatro patas. 

-Desnudame.

Lo hago, con mucha delicadeza. Cuando está en bóxer me ordena parar. Se mete en la cama.

-Ve a lavarte y ven a la cama anda.

Cuando volví me esperaba listo para seguir usandome  y bueno... no hemos dormido nada.

Me encanta la navidad.

lunes, 14 de diciembre de 2015

La gata

Nunca he sido capaz de comprender por qué mi Amo llama gatita a una zorra como yo... Las gatitas son independientes y elegantes... yo lo único que comparto con una gata es lo muchísimo que me gusta lamer la mano de mi Dueño.

Sin embargo a Él le gusta que yo, además de Su puta, Su sierva, Su zorra y Su perra, sea su gatita... Y yo soy todo lo que Él diga. Hace unas semanas, dejó un paquete en mi casa, una caja envuelta en un precioso papel de regalo negro, con un lazo dorado.

-Tienes prohibido abrirlo hasta que te lo indique expresamente.

Me moría de curiosidad, pero si algo sé, es obedecer una orden directa (casi siempre)... me até las ganas y ni siquiera lo moví de donde Él lo había dejado.

Hoy, cuando salía de trabajar recibí un mensaje.
"Come bien, descansa media hora y prepárate para mí. Estaré allí a las seis. Quiero que abras el paquete y te pongas lo que hay dentro."

¡Por fin había llegado el día!

Me costó mucho comer bien entre tanta expectación, pero no me moví de la silla hasta que me terminé el plato. Después de recoger la cocina y un poco la casa me eché media hora... no dormí demasiado pero descansé un poquillo. Por último, cuando faltaba una hora para su llegada comencé a prepararme para Él. Revisar la depilación, ducharme, secarme bien, maquillarme un poco, peinarme y por fin, abrir el misterioso paquete.

Lo puse sobre la cama y lo abrí con cuidado... ni siquiera rompí el papel en mil pedazos... tenía ganas pero me contuve.  Dentro de la caja, envueltos en papel de seda encontré, unas orejas de gatita negra, unas medias de seda negra, un tanga negro, un collar con cascabel y una cola de gatita... sí, negra.

Me coloqué las medias, medias implicaba tacón así que fui a buscar mis tacones negros. Me puse las orejas y el collar y por último me lubriqué un poco el ano y metí la cola.

Eran menos diez... me fui a la puerta y me coloqué como una gatita esperando a su Amo.

Él llegó puntual. Acarición mi lomo y yo lamí sus pies. Fue hasta un sillón caminando y lo seguí. Con la boca conseguí deshacer los cordones de sus zapatos y descalzarlo, luego fui a por las zapatillas y se las coloqué. Me acarició la cabeza y ronroneé agradecida.  Comenzó a jugar conmigo me acaricia la cabeza y la barriga, yo me pongo bocarriba con las patas en alto y juego con sus brazos, que me hacen cosquillas.

-Mi gatita bonita. ¿Quieres leche gatita?

De un salto me incorporo y maullo, mientras restriego mi cara contra su entrepierna. ¿Que si  quiero leche? Una gatita siempre quiere leche.

-Bueno, vale gatita, te daré leche.

A cuatro patas espero mientras Él saca su polla del pantalón. Voy a lanzarme a lamerla cuando me la aparta.

Pongo cara triste y lo vuelvo a intentar... Sigue moviéndose y comienzo a maullar frustrada. Quiero leche.

Al final un pollazo en los morros me coloca mi premio cerca de la boca. Lo lamo agradecida y me lo trago entero. Se pone muy, muy dura dentro de mí. Lamo con ansia, chupo y juego con mi lengua, hasta que consigo la leche. Trago y me relamo. La beso en la punta y maullo agradecida.

Él acaricia mi cabeza y yo ronroneo de puro gusto. Me sube en su regazo y me acaricia todo el cuerpo. Yo lamo sus manos y su cara mientras Él juega conmigo... Pasamos mucho rato así... me encanta lamerlo todo... y que me acaricie me empieza a excitar.

Me caliento y noto como Él también lo hace, por la dureza de su polla bajo mi cuerpo.

Me coloca a cuatro patas en el sofá. Me quita las orejas, el collar y de un tirón saca la cola.

-Ahora te voy a follar como la puta que eres.

jueves, 10 de diciembre de 2015

El Culo de Erytheia.

Me miro en el espejo... Él está haciendo la cena, estoy cansada y la ducha me ha dejado muy relajada, llevamos todo el fin de semana juntos, todo el fin de semana siendo suya. De espaldas al espejo observo mi culo. Me gustan las marcas.

En la nalga derecha, desde la zona central superior hasta el final inferior tengo una marca con forma de trenza. Él usa un cinturón trenzado porque le gusta el dibujo que queda, y a mí también.  Ayer, cuando llegamos después de comer en el asador, me pidió que lo ayudara a desvestirse. Yo estaba a cuatro patas, desatando sus cordones con la boca, mi culo estaba expuesto y Él sujetaba en la mano el cinturón. El correazo me pilló desprevenida... casi me trago la punta del cordón... Mi cara debió ser un poema, porque Él no podía parar de reír.

En el centro tengo dos círculos rojos enormes, antes, cuando se tomó el café, estaba viendo una película, pero se aburría... la verdad es que no era nada interesante. Me mandó a por el cepillo del pelo. Me ordenó que subiese sobre la mesita baja de rodillas y que me auto-azotase.
-Más fuerte. Zorra, más que zorra. ¿Por qué te azotas?
-Porque soy una puta sumisa Amo.
-¿De quien eres guarra?
-Suya Amo, su propiedad.
-Más fuerte, ahora en la otra nalga.

Yo me azotaba, me insultaba y Él contaba y me daba indicaciones. Cuando me ordenó parar habían caído alrededor de 50 y me ardía el culo.

Por encima de los dos círculos rojos tengo en relieve las marcas de varios varazos. Lo toco y está caliente. Las lineas están bien dibujadas y van de una nalga a otra. Dormía la siesta muy agarrado a mí, cuando despertó me colocó a cuatro patas, ató mis manos al cabecero de la cama.
-Cuenta perra.

Conté 20, pero no hay tantas marcas de vara.  Lloro a moco tendido... la vara me derrumba, siempre. Él me abraza y me da besos, me sienta sobre su regazo, manteniendo cuidado de tener el culo al aire. Pone crema sobre mi culo. Me tranquiliza.

Cuando estoy mejor me folla el culo. Y ahora que me miro al espejo veo mi ano dilatado.Coloco el plug como me ha dicho, es el primer plug que compré, con una joya azul y me siento bonita. Con todas sus marcas.

Moratones y colorados...

Pero mi preferida está en la nalga izquierda, abajo. Estaba acostada en la cama. después de la follada, había limpiado bien su polla con mi lengua. Me abrazaba dejando caer su peso sobre mi cuerpo. Bajó poco a poco hasta mi culo. Acariciando cada una de mis marcas... igual que hago yo ahora ante el espejo... con la delicadeza de sus dedos. Dibujando entre las marcas de mis nalgas... entrando en mi ano con sus dedos. Y justo ahí, en la parte inferior de la nalga izquierda, me muerde. Tengo la marca de sus dientes en mi culo, de sus dientes, de su vara, del cepillo a orden suya, de su cinturón centrado. Tengo la marca en mi culo de su propiedad... de saber que mi culo no es mío, es suyo.






Muchas gracias a la preciosa @Ca_t8   por su idea.

martes, 8 de diciembre de 2015

Café o té. Microentrada.

Eran sus maneras...

Hora de comer, un mensaje. "A las cinco, allí." Yo sabía donde estaba allí... allí era la cafetería donde quedamos por primera vez. Allí era el comienzo del paraíso.

Me había comprado unas medias de niña buena, calentitas y negras... me puse la falda vaquera, la blusa gris y la chaqueta de cuero negra, con las botas a juego. Me sentía bonita con los labios rojos para Él.

Caminé hasta la cafetería. Él daba un sorbo a su café, negro, cuando yo entraba... y estaba muy guapo, jersey de cuello alto gris, vaqueros.  Me indicó su lado cuando me acercaba a la mesa. Tomé asiento y metió la mano entre mis piernas.

-mmm, tenía las manos frías... y nada me las calentaba. ¿Café o té?
-Té, por favor.

Jugaba con mi coño, y no paró cuando trajeron mi té... ni cuando me indicó que bebiese... Estaba empezando a excitarme.

Aumentó la velocidad y la fuerza, necesitaba correrme. Lo miré con ojos compasivos.
-Por favor, Amo.
-Bebe.

Seguí bebiendo mi té, mientras Él charlaba conmigo como si no pasase nada.

-Y ahora, córrete.

Estallé, por supuesto... no podía aguantar más... Agarrada a la mesa y con los ojos cerrados, manteniendo el silencio y la compostura tanto como podía.

Cuando me recuperé dio el último sorbo a su café. Pagó y nos fuimos.

Llegamos a su casa y me folló con fuerza, derramándose en mi espalda.

martes, 1 de diciembre de 2015

La tecnologia nos facilita la vida.

Mi móvil murió definitivamente la semana pasada, hoy me han notificado que no hay posibilidad de resucitarlo y que me avisarán para que elija uno de repuesto. El que tengo actualmente de sustitución es un tamagochi y desde ahí no puedo escribir. No he abandonado a Erytheia, volveré cuando sea más fácil... La inspiración en el ordenador me decae.

Aún así estoy tratando de leeros casi a diario

viernes, 20 de noviembre de 2015

Toda Suya, toda Llena.

Estoy en el trabajo, bastante harta de una compañera que no para de mandarme mails chorras... será que ella no tiene nada que hacer. Suena mi móvil.

-Hola perrita.
-Buenos días Amo.
-¿Cómo vas vestida?
-Llevo el vestido verde, las medias marrones super bonitas que compramos la semana pasada, los botines camel y ropa interior... el conjunto verde botella que a usted le gusta.
-Pues el conjunto que a mí me gusta, quítatelo.
-Sí Amo.
-¿Llevas el plug en el bolso?
-Sí Amo y el huevo también.
-Bien, de momento quero que te quites la ropa interior y te pongas el plug, hasta que yo te avise. También quiero que te masturbes durante diez minutos, sin correrte. Vuelves al despacho y sigues con tu trabajo. Luego te llamo. Portate bien zorrita.

Cuelga y yo me dirijo al baño. Cierro la puerta con pestillo y trato de ser lo más rápida posible... me aterra que alguien me oiga. Masturbarse diez minutos exactos sin pasarse de la hora y sin correrse es complicado.

Me excito con facilidad, más aún llevando el plug anal en el culo, sentirme llena me pone más cachonda.

Me tengo que morder el brazo para aguantar mis ganas, pero lo logro y me recompongo para volver al trabajo.

Una hora después, vuelve a llamarme. Me pide que cierre la puerta y que me masturbe con fuerza mientras estoy al teléfono,

-Mírate, serás zorra, masturbandote en el trabajo  y sin llevar bragas, hay que ser muy guarra para hacer eso que estás haciendo... Qué puta eres. Dime zorra ¿Qué eres?
-Su Puta Amo, su propiedad, su guarra, su juguete, su chupapollas.

Comienzan a mezclase mis palabras con gemidos... a no ser casi capaz de aguantar mi ezcitación.

-Frena Guarra. No se te vaya a ocurrir correrte.

Me vuelve a llamar un par de veces más, hasta que llega la hora de comer y me resbala el flujo por los muslos.

Salgo del trabajo, cansada y cachonda, turbada por la excitación

Su coche esta en la puerta. Subo y me coloca el cinturón. Con las manos coloca mis piernas abiertas y en alto. Toca con dos dedos mi coño y lame la humedad.

-Eres una fuente, una perra en celo.
-Si Amo, estoy muy cachonda.
-¿Y quieres correrte?
-Solo si usted me lo quiere permitir Amo.
-De momento no has hecho nada para merecerlo y tengo hambre.

Conduce hasta su casa. Me desnudo y espero a que me indique algo.

-Pon la mesa. Para dos.

Hago lo que me dice mientras, en cada viaje a la cocina, lo veo cocinar. Sus movimientos en la cocina son una danza, parece coordinarse a la perfección con los ingredientes y siempre he pensado que ahí residía su buena mano para los fogones.

Cuando está todo casi listo me sube a la encimera. Mete en mi coño el huevo vibrador y lo pone en el nivel 2

Nos sentamos a la mesa. En un momento tengo ante mí unos calabacines  hechos espaghetti al ajillo y un solomillo de ternera.

Comemos tranquilos. Si yo no estuviese desnuda, cachonda y con mos agujeros llenos pareceríamos una pareja totalmente convencional comiendo.

Cuando terminamos de comer me lleva a la habitación. Sin siquiera recoger la mesa.

-Ahora que he saciado mi hambre, voy a saciar mis ganas.

Saca el huevo de mi coño y me folla. Me siento muy llena con su polla dentro y el plug en el culo. Su lengua, además; juguetea en mi boca al ritmo de las embestidas.

-Córrete todas las veces que puedas.

Yo estallo justo tras su orden y cuando eñ se corre lo vuelvo a hacer.

Cuando sale de mí me apresuro a limpiar su polla. La dejo limpia y al ir a sacarla de mi boca, Él vuelve a meterla dentro. Una mamada muy despacito, como a Él le gusta... mi lengua juguetea cariñosa con su miembro, aún sensible de la primera corrida.

Al final se la consigo poner dura de nuevo, tras bastante rato jugando.  En ese momento me aparta. Me coloca a cuatro patas sobre la cama y me saca el plug. Casi de inmediato, introduce su polla en mi ano. Me folla y me masturba con sus dedos.

Aún tengo el coño sensible de tantos orgasmos seguidos.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Cállate la boca.

Me despertó un mordisco en la barbilla.

-Ay! - fue más un quejido que un grito.
-Cállate la boca.
Siguió mordiendo, mi cuello, mis pechos, mis brazos...  me bajó las braguitas y me penetró con brutalidad.

Yo callada, claro.

Pero a medida que me excitaba mi respiración comenzó a acelerarse, a poderse escuchar... y un gemido salió furtivo de mi garganta.

Plas! Bofetón.

-Que te calles!

Bajé la mirada. Él sujetó mis brazos sobre mi cabeza y comenzó a morderme justo por encima de las axilas...

Dolía y mi concentración bailaba entre el dolor y el placer de sus continuas embestidas.

Se corrió y me dejó ahí.

-Dúchate y vente a desayunar perra.

Aparecí por la cocina a cuatro patas.  Él bebía su café apoyado en la encimera.

-Vamos perrita, desayuna. Y que no te vea levantar la cabeza de tu comida.

Comencé a desayunar del cuenco con leche y cereales que habia en el suelo. La leche estaba calentita y sabia a miel... como a mi me gustaba. 

Mientras desayunaba noté el Hitachi jugueteando en mi coño... claro, me sobresalté y levanté la cabeza.

Varazo.

-¿Qué te he dicho?

Volví a bajar la cabeza... pero cada vez que cambiaba la vibración  ocurría lo mismo.

Me acabé el desayuno a duras penas... me costaba comer cuando estaba tan cachonda.

Me agarró en volandas hasta colocarme sobre sus rodillas.

Mordía mi oreja mientras el aparatito me torturaba de placer.

-Vamos Zorra, Córrete que tenemos que ir a currar.

Buenos días Jueves.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Domingo en el campo

 Me recogió en mi piso por la mañana. Falda negra, camiseta rosa con escote de pico, chaqueta vaquera, botines negros de tacón bajo y medias negras. Nada más, nada menos.
Subo a la moto y mi falda vuela un poco, para mi vergüenza… por suerte, no hay nadie en la calle… es demasiado temprano para un domingo.
Me lleva a las afueras, a un bosquecillo apartado al que no va casi nadie. Nos encontramos solos. Lleva una mochila que me causa tanta inquietud como excitación.
-Erytheia desnúdate. Déjate las medias y los zapatos.
Saca una manta y la pone en el suelo. Coloca una botella de vino, una copa, un bol y  un paquete de cacahuetes.
-Ponte ahí que te inspeccione.
Me coloco en posición. Piernas abiertas, manos a la cabeza, sacando pecho.
Me recorre con los dedos. Mira si voy bien depilada, entra en la humedad de mi coño con dos dedos y los huele. Me los pone en la boca para dejárselos limpios.  Pellizca y amasa mis pechos, los azota y abre mi boca. Me besa.
-Trae el culo.
Me giro me agacho y separo mis nalgas con las manos.
Entran un par de dedos. Después entra un dildo que acaba en una cola de perra, lo deja ahí y amasa mi culo.
-Bien. Vamos a beber algo perrita.
Me coloco a cuatro patas. Él sirve una copa de vino y echa un poco en mi cuenco.
Bebe tranquilo y yo también lo hago, lamiendo.
-Come perrita.
En su mano hay cacahuetes que me ofrece. Yo gateo hasta Él y los como directamente de su mano. Ladro agradecida, Él lo quiere así… pero no puedo evitar ponerme colorada.
Vuelvo a beber.
Saca de la mochila un juguete de perro.
-¿Quieres jugar perrita? Cógelo.
Lanza el juguete y yo gateo hasta recogerlo para llevárselo hasta donde está. Cuando se lo entrego vuelve a hacerlo y repite el juego hasta que se cansa. Tengo las rodillas destrozadas y las medias rotas.
-En pie.
Me levanto y tira de mi cola hasta sacarla. Duele.
-A ver Erytheia. Mírame. ¿Cuántas faltas has acumulado esta semana?
-Seis Amo. – digo y agacho la cabeza.
-Mírame. ¿Eso cuantos azotes son?
-Sesenta Amo, más los que usted considere que merece su perra.
-Vete a buscar una vara buena, que me guste. Si la tengo que buscar yo, doblaremos.
-Sí Amo.
Encuentro una, quizás demasiado gorda, pero prefiero pasarme a quedarme corta y recibir más.
Llego a dónde está y se la entrego. Asiente satisfecho y me indica que me agarre al árbol.
Cuento en voz alta, concentrada en no perder la cuenta. Cuando acaba me gira. Me ata las manos al árbol y me folla. Se corre sobre mi ombligo. Con dos dedos coge mis flujos y me los unta en la cara.
Se sienta y termina su copa, con tranquilidad, comiendo cacahuetes. Al rato se levanta. Me da de beber de su copa y derrama un poco sobre mis pechos. Lamiéndolos.
Me desata, me visto y me lleva a casa.
Me manda a la ducha mientras prepara la comida. Mi mima como nadie.
Le sirvo la comida y como a sus pies.  Se sienta en el sofá mientras yo recojo la cocina. Cuando acabo llego y me arrodillo a sus pies. Me agarra el pelo y me subo sobre su regazo.

Me quedo dormida. 

jueves, 12 de noviembre de 2015

Él y su capricho.

Llego sosteniéndome milagrosamente sobre mis nuevos tacones negros a su casa. Mi vestido gris se adapta a las curvas de mi cuerpo. Toco el timbre y me arrodillo... Abre la puerta y me invita a pasar. Gateo tras su paso.  
-Has llegado pronto.

Se vuelve a sentar a cenar, me dijo que viniese cenada. Cuando acaba, lleva los platos a la cocina, yo me mantengo en un rincón, arrodillada, llevo puesto el collar, los tacones y el tanga.

Me agarra por la coleta y me tumba sobre la mesa. Abro las piernas y me ata a las patas. trocitos de fruta sobre mi cuerpo y vuelca un poco de crema de chocolate en mi vientre. 

Saborea tranquilo el postre. De vez en cuando pone chocolate en mi boca y me besa. 

Cuando se acaba la fruta me lame. Desata mis piernas y las levanta hasta atarlas junto a mis brazos. 

Me enseña la vara y sonríe. 

Me azota y yo los cuento en voz alta.

-uno, dos, tres... quince.... veinticinco... treinta.... cincuenta...

 Estoy en su mundo, ya no existe nada más que Él y su placer. Tengo las nalgas y los muslos rojos, llenos de rallas. Lloro a moco tendido... 

Me desata y me lleva a rastras hasta la habitación... allí entro en la ducha. 

Orina sobre mi, sobre todo mi cuerpo... trago algo, aunque en general no lo enfoca a mi boca. 

Abre la ducha y me lava, rápido y sin miramientos. 

Me saca y apoya mi torso sobre el lavabo. 

Entra en mi culo y me folla, embiste con fuerza y lo saca para entrar en mi coño, alternando mis agujeros. 

Acaba girándome y arrodillada, se derrama en mi boca. 

Me lleva en brazos a la cama.

Me deja allí tumbada y cuando vuelve pinza mis pezones, ya duros. 

Con los pezones pinzados juega con diferentes vibradores en mis agujeros. 

-Córrete todo lo que puedas, zorra. 

Me corro, me corro, me corro y me vuelvo a correr... acabado absolutamente agotada... pero consigue arrancarme tres más. 


Cuando quita las pinzas y me masajea comienzo a relajarme. Deja los juguetes en la mesilla y me tumba sobre Él. llena mi cuerpo de crema y lo masajea. 

-Duerme Erytheia

Y yo, rendida, obedezco. 

sábado, 7 de noviembre de 2015

Andrés y la ficción

A veces ella flota por mi pensamiento... me ronda desnuda en la mente y tengo que dejar lo que esté haciendo para desahogar la fuerza con la que me hincha... otras veces es mucho mejor, porque ronda por mi pensamiento cuando voy camino de su casa y entonces es más sencillo, más bonito y más placentero. Toco el timbre dos veces y abre arrodillada, con su tanga y sus tacones. Cierro la puerta casi a la vez que me bajo el pantalón y le follo con violencia la boca. Ella se esfuerza entregandose toda a mi disfrute. Aguanta el vaivén de mis embestidas contra su garganta hasta que me vacío en su interior. 

Me sigue a gatas por la casa, me sirve una bebida y me masajea para relajarme. Y descanso con ella a mis pies, que probablemente sea lo más cercano que exista al paraiso... y poco a poco voy entrando en mi mundo, en mi dominio, en el que solo existe ella.

La agarro del pelo y gatea veloz, tras de mí hasta subir a la cama. Me tumbo en la cama y le ordeno que comience ella, que tiene suficientes armas para saber hacerme disfrutar.

Comienza lamiendo, besando jugando con cada milímetro de mi cuerpo. Es tan bonita que parece de verdad...

Va lamiendo despacio mi polla hasta endurecerla.

-Monta.

Una palabra y ella sube ipsofacto sobre mí, clavándosela despacio. Voy marcandole el ritmo pellizcando sus pezones.

Me ruega correrse y me derramo en su interior.

Se deja caer agotada... y es tan bonita así rendida, tan preciosa satisfecha, la quiero tanto... que me cuesta creer que Erytheia pertenezca a vuestra ficción... porque en mi mundo están real, como el vuelo de sus faldas.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Tos tos tos

Estoy muy malita, ocho mantas por encima y una tos asquerosilla que no me abandona. Yo, por supuesto en todo mi esplendor... moño deshecho, camiseta de pijama, braguitas de algodón y una cara que recuerda a la novia cadaver...

Él entra en casa, tiene llaves para cosas como esta. Aparece con un vaso de leche calentita con miel, que me obliga a beber despacio aún sabiendo que no me gusta la leche. Me toca la frente... estoy un poco destemplada, pero nada preocupante. Me besa la frente y se sienta al otro lado de la cama, acurrucándome sobre su regazo. Me hace cosquillitas acariciándome la cara y la cabeza... me  arropa y me susurra al oido hasta que me duermo de nuevo.

Cuando despierto sigue ahí, velando mi sueño, cuidando de mí y sé que con Él protegiendome nada malo puede pasarme.

viernes, 30 de octubre de 2015

Fin del día.

Llevo toda la tarde en casa... Él lleva todo el día trabajando. Llega reventado yo lo espero arrodillada y Él al entrar me besa los labios con suavidad. Me acaricia el pelo. Se sienta en el sofá y yo lo sigo a cuatro patas. Lo ayudo a descalzarse, mientras da un par de sorbos a una copa de vino. Yo lo acaricio poco a poco, hasta que un gesto suyo me indica  que comience a chupar... y chupo, succiono, la trago toda, jugando con mi lengua, cambiando el ritmo según marcan sus gemidos... se derrama en mí y yo la dejo limpia. La guardo en el pantalón y, tal y como me pide, subo a su regazo

Acurrucada sobre sus piernas vemos una serie que le encanta, mientras siento como sus dedos se adueñan de mi cuerpo, pellizcan mis pechos, acarician mi espalda... invanden mis cavidades...

Comienza con  sus dedos un vaivén en mi coño, mientras a la vez frota mi clítoris

No hablo, pero mi respiración es cada vez más entre cortada, mis suspiros más ahogados y apenas me puedo contener....

Me mira y sonríe, con una mezcla entre amor y perversidad... está jugando... aumenta el ritmo y no sé si podré aguantar... afirma con la cabeza y yo, manteniendome en el mayor de los silencios exploto; dejando caer mi peso sobre Él.

La serie acaba, yo comienzo a recuperarme de este regalo

-¿Qué tal el dia perrita?

martes, 27 de octubre de 2015

Pizza pasión vino y chocolate.

Después del diluvio de ayer, cuando llegué a pensar que mi trabajo se inundaría el día amaneció iluminado... pero hubiese dado igual, porque mi noche había sido tan maravillosa  que ni siquiera un granizo sin chaqueta habría enfriado mi ánimo.

Después de tratar de organizar las próximas entregas de forma que beneficiase a toda la plantilla (yo, con lo poco que me gusta mandar) había llegado a casa completamente agotada. 

Él llegó una hora más tarde, después de que a mi me hubiese dado tiempo a ducharme y recoger la casa. Estaba en la sala de estar, tumbada en el sofá y tratando de relajarme. Tocó la puerta, entró y me besó en los labios. 

Fue directo al baño, mientras yo lo seguía a cuatro patas, como él me había indicado. Se duchó mientras yo le servía de perchero sujetando su toalla.  Cuando salió me dio un capricho, pidió pizza por teléfono... lo cual indicaba que yo debía tener un aspecto más cansado del que creía, porque mi Amo no solía concederme comer comida rápida. 

Él se había quedado desnudo y hacía rato que yo me había derecho de mi vestido.  Me llevó a la habitación y me tumbó sobre la cama. Habíamos comprado un lubricante que sabía a yogur de fresa. Me embadurnó las tetas e hizo lo mismo con su polla. Comenzó una lenta cubana, a su gusto, despacio; besándome lentamente mientras lo hacía. Se corrió en mi cara y me colocó su polla en la boca para dejarla bien limpia. Me encantaba el sabor de su semen mezclado con el yogur de fresa. A su vez Él lamía mis pechos... Lo cierto es que ese lubricante podríamos habernoslo comido a cucharadas. 

Cuando se la dejé limpia me pidió que pusiese una copa de albariño. Él puso también, dentro de un bol pequeño, puso también un poco de albariño. Se sentó en el sofá con su copa. Yo, a sus pies bebía como una perrita. Puso la televisión, mientras veía las noticias jugaba con su pie en mi coño. 

Sonó el timbre. Me echó una manta por encima y me dijo que me estuviese quieta. Se puso su pantalón y fue a abrir.  

Anda perrita, traete un par de platos.  Me colocó un cojín en el suelo y me permitió comer con las manos y beber de un vaso. 

La verdad es que es maravilloso hablar con Él, es imposible aburrirse. 

Después de cenar, mientras Él veía un rato la televisión, limpié los platos y llevé al salón el tarro de nutella. Me dediqué a mi postre favorito, nutella con la polla de mi Señor.  La tenía muy dura cuando me alzó y me subió a cuatro patas sobre el sofá. Me folló con dureza, jugando con mi clítoris. 

-¡Córrete zorra! ¡Córrete! 

Exploté, por supuesto, solo me hacía falta su voz para estallar. Caí sobre el sofá mientras Él llenaba mi espalda con su semen. 

De un azote me mandó a la ducha. 

Cuando acabé estaba en la cama. Me indicó que me tumbase a su lado y hoy me he despertado abrazada a Él. 

lunes, 26 de octubre de 2015

Antes del café.

Esta lloviendo, hace frío y el cambio de hora ha despertado a mi Señor una hora antes de que suene el despertador. Me despierta a bofetadas, me muerde el labio y me besa con furia. Cuando tengo conciencia de mi cuerpo clava su polla eb mi garganta y con mis ganas de desayunar viene la bestialidad de sus embestidas, para empezar el dia animados es lo mejor y quien no lo piense es que no lo ha probado.

Se derrama en mi gargante y me mira. Me coloco a cuatro patas.

-Cada día estás más lista, zorra.

En el cabecero de mi cama siempre hay un cinturón colgado. Lo agarra y lo deja caer sobre mis nalgas, en una que pierdo la posición llega a mis pies. De nuevo esta excitado, lo sé porque alberga su polla en mi culo... no está todo lo dura que pudiese y noto como crece dentro de mi. Mi culo se expande a su capricho.

Bombea con fuerza, hoy se ha levantado salvaje. Su segunda corrida llega a mis entrañas. Me coloca rápido unas bragas.

-Hoy vas así al trabajo.

Me besa y suena el despertador. Un azote.

-Café perrita.  Buenos días nena.

-Buenos días Amo.

domingo, 25 de octubre de 2015

Twitter

Hola!! Me paso por aquí para decir que me he hecho un twitter.

@linternasazules

Todo como siempre.

Muchos besos y feliz domingo

viernes, 23 de octubre de 2015

Cuidar y compartir... nuestro juego.

Usted sabe verme dentro y cuando nos encontramos para desayunar ve que estoy sensible. Nos sentamos y me pide un café con un chorro de chocolate blanco y mucho dulce. Nos sentamos en un sofá arrinconado de la cafetería. Usted apoyado en toda la esquina izquierda y yo sobre usted. Me siento mimosa. Tenemos una hora más, cuando salimos de la cafetería... el café y usted me calman los miedos. Paseamos hasta un parque, a estas horas está desierto. Usted me va besando poquito a poco, los labios, la barbilla, el cuello y va descendiendo por mi escote. En un rincón escondido del parque levanta mi falda azul, esa que compramos en una tienda de Chicago hace tres veranos.... cualquiera diría que este es nuestro cuarto invierno juntos... que llevo cuatro inviernos siendo completamente suya.

En la esquina escondida levanta mi falda y entra dentro de mi, suave, despacio y va aumentando el ritmo embistiendo contra mis miedos, arremetiendo contra mi melancolia. Y me siento suya, protegida. Me da permiso y nos dejamos llevar a la vez y parece que su semen en mis entrañas va curando mis heridas abiertas.  Y es precioso, porque es nuestro y porque solo ha hecho falta que me mirase a los ojos.

Caminamos despacio, usted me abraza y no me deja sentirme sola, me mima me besa y me inunda de su olor. Hoy lo  tendré aún más presente cuando nos separemos.

Para a comprar una flor y la corta para ponerla en mi pelo. Me besa y me eleva. Se autoinvita a dormir esta noche en mi cama y yo agradezco afortunada dormir esta noche entre sus brazos. Nos despedimos, pero es solo un rato.

Así, tal y como me cuida, es usted campeón en este juego nuestro de compartir la vida.

martes, 20 de octubre de 2015

Picnic

Tenia tantas ganas de verle que ni la lluvia ni el cansancio me frenaron. Cuando salí del trabajo caminé hacia su oficina y me senté en el bar de abajo con un refresco de limón a esperarlo.  Llevaba mi faldita plagada de mariposas y las medias marrones, ropa interior rosa bebé y  tacones marrones. Él apareció imponente... creo que aún no sabe como llama la atención su sola presencia en cualquier parte. Me besó, pagué y nos fuimos. Paró en un oriental y subimos la comida a casa. Me desnudé y lo ayudé a terminar de apartar los muebles del salón. Puso mantas y cojines por el suelo. Colocamos la comida.
-Desnudame perrita.

Empecé por los pies, fui descubriendo poco a poco su cuerpo... con la impotencia de no poder besarlo, lamerlo a cada milímetro descubierto.

Cuando estaba ya desnudo se tumbó en las mantas y a cuatro patas me colocó para que le chupase la polla.

-Asi, nena, así... me hacía falta relajarme... muy bien chica...

Se corrió en mis pechos y lo unté bien para que no derramase. Tal y como estabamos comenzamos a comer, un picnic desnudos en el salón. Después me llevó a la cama, me folló lento, muy lento y cuando se cansó aceleró hasta correrse.

La siesta fue inquieta, Él me agarraba dormido y yo me despertaba con algunos agarrones... pero no me importaba... era suya y estaba con Él.

Me metió en la bañera, me lavó y me mandó a hacer café. Cuando salió de la ducha, aún desnudo, se sentó en una de las butacas a tomar café.  Puso el mío en un bol y me indicó que bebiese, como la perrita que era. 

Me ató a la mesa y puso su hitachi wanda en mi coño.... ese aparato era un ensueño y una pesadilla si, como en ese momento, decidia que no me podía correr.

Se puso la televisión, un partido de baloncesto y de vez en cuando cambiaba la vibración del hitachi.  Inevitablemente comencé a gemir, por mucho que yo intentase evitarlo llegó un momento en el que no aguanté más.

-calla zorra, estoy viendo la tele.

Me mordí los labios, intenté aguantar los gemidos y acostumbrándome a la vibracióm volví a gemir

Me azotó una vez.
-Que te calles he dicho!

No lo logré, seguía incapaz de controlar mis gemidos. Me amordazó para ahogar un poco el ruido, pero aún asó ne resultaba casi imposible. Cuando acabó el partido me desató 
-Ve a por el cinturón, el trenzado.

Ouch! Ese dolía mucho...

Me azotó las nalgas hasta cansarse y cuando acabó me folló con violencia. Me mimó y hoy he despertado abrazada a Él.

viernes, 16 de octubre de 2015

Abráceme.

A veces las noches se hacen demasiado pronto madrugadas y me siento sola si sé que usted no está. Me gustaría llamarle y  saber que está bien, que respira tranquilo durmiendo, que sonríe en un sueño profundo...pero no son horas tampoco para que una perra ande despertando a su Señor, por muy sola que se sienta...

Y tengo miedo, desconfío de mi misma y dudo si alguna vez sabré estar a la altura para estar a sus pies

Soy pequeña, minúscula cuando estoy sola y me atraganto en un futuro que no existe y me refugio en un pasado que me ahoga...

Hoy ha vuelto esa sensación que hace años se marchó... el no respirar, la angustia el miedo... y solo hasta que las lágrimas brotan soy capaz de aflojar un poco el nudo en mi garganta y respirar

Abráceme, sé que no está aquí, pero abráceme, se lo ruego.

martes, 6 de octubre de 2015

Invitados en casa

Llevo toda la mañana cocinando y limpiando, vienen los amigos de mi Amo con sus sumisas... tres para tres... Entremeses diversos, crema de verduras solomillo con patatas a lo pobre y tarta de queso. Mi Amo me ha dicho que cocine de sobra, pero no sé cual será nuestro papel.

Llega pronto, ya está casi todo listo y me pide que me vista con ropa que ha dejado sobre la cama. Un body negro con encaje que sube desde los laterales hasta casi mis pezones. Una falda de tablas negras que se suelta con dos corchetes. medias negras y tacones negros altos. El pelo recogido en una cola alta y mi collar... el que solo me ponía en momentos muy concretos.

-Nena, ya sabes... eres mi reflejo... pon los entremeses en la mesa y ponme una copa de manzanilla mientras esperamos.
-Señor... ¿Cuantos platos pongo?
-De momento pon tres y deja otros tres preparados.

Se acercó y me besó la frente.

-¿Nerviosa?
-Un poco Amo, nunca han venido a casa...
-Tranquila perrita, yo confío en tí. ¿Tú confías en mí?
-Más que en mi misma Amo.
-Pues venga, ve a hacer lo que te he dicho. - me besó en los labios y con un azote suave me encaminé hacia la cocina.

Cuando acabé me coloqué a sus pies, mientras que Él terminaba con tranquilidad su copa,

Llamaron al timbre y me indicó que fuese a abrir.

Los amigos de mi Amo venían vestidos con camisa y vaqueros, de forma informal; las sumisas, cuando se quitaron los abrigos también llevaban conjuntos parecidos a los míos.

Fui a servirles a ellos sus copas, junto con algunos frutos secos y aceitunas.  Las sumisas se encontraban a los pies de sus Amos y cuando les serví el mío me indicó que me colocase junto a Él.  Charlaban sin dedicarnos demasiada atención. Nosotras escuchábamos sabiendo que no debíamos intervenir... En otras ocasiones había sido más informal, pero hoy estaban serios. Era importante saber estar en esa situación.

-Nena, termínate esto y rellénamelo.
-Sí Amo. ¿Quieren los Señores otra copa?
- Mejor perrita trae la botella.
-Si Amo.

A gatas llegué hasta la cocina. Cogí la botella y volví caminando. Mi Amo había sido claro en eso, podía levantarme cuando llevase algo en la bandeja... No quería estropicios ni dolores inútiles.

Serví a los invitados, vacié la copa de mi Amo bebiéndomela, tal y como Él me había dicho y le serví. Me arrodillé dejando la botella sobre la mesita a mi lado. A mi Amo no le gusta eso de que mantenga la botella entre las manos para servir; el vino se calienta.

Estaban charlando cuando mi Amo dijo:

-Vamos a comer.

Se levantaron y fueron a sentarse. Nosotras gateamos hasta la cocina.

Mérida cogió el albariño y fue a servirles las copas. Yo terminé de calentar el plato principal con ayuda de Silvia.
Fuimos sirviendo cada una al lado de su respectivo Amo. Comieron tranquilos, nos tocaban a cada rato, yo me quedé sin falda al poco rato. A Mérida su Amo le había abierto el body por abajo y lo había sujetado de manera que tenía el coño completamente accesible y Silvia tenía los pechos fuera.

Cuando servimos los postres mi Amo me quitó el body dejándome con las medias y los tazones. Me indicó que entrase bajo la mesa y comencé a chupársela.

Mérida y Silvia estaban igual que yo. A un gesto de nuestros Amos cambiamos hacia la derecha y así fuimos girando cada cierto rato hasta que se corrieron en nuestros pechos.

Nos limpiamos entre nosotras, siendo muy cariñosas, como ellos nos exigían. Después los Amos se sentaron en el salón con una copa cada uno. Primero se levantó  Mérida. Se colocó en el centro del salón con  las piernas y brazos abiertos.  Su Amo, con tranquilidad se acercó a ella. Con cuerda fue atando su cuerpo, los pechos, la vagina. Los brazos sobre la cabeza, La tumbó sobre la mesa y flexionó sus piernas, dejándolas muy abiertas.

-Toda vuestra caballeros.- dijo.

Mi Amo fue el primero en levantarse. Recorrió con un dedo su vientre y lamio sus pechos. Los endureció. El Amo de Silvia se levantó y pinzó los pezones de Mérida.

Mi Amo se colocó y comenzó a follarla.

-Silvia, cómele los huevos

Silvia se colocó tras mi Amo y comenzó a comerle los huevos, ensalivándolos bien, llegando hasta el culo.

El Amo de Silvia se tumbó desnudo sobre el sofá.

-Perra, móntame. - me indicó.

Me coloqué sobre Él y comencé a penetrarme con fuerza, moviéndome en círculos... yo sabía que a él le gustaba con cierta violencia...

Pronto sentí como el Amo de Mérida comenzaba a dilatar mi culo con un par de dedos. No tardó en penetrarme. Me sentí completamente llena.

Solo nos podíamos correr con permiso de nuestro Amo. Silvia se tocaba a indicación del suyo, que por la cercanía de nuestros cuerpos la acariciaba con fuerza.

Mérida fue la primera en pedir permiso, depués lo pedí yo y Silvia no tardó mucho en hacerlo. A las tres nos contestaron lo mismo. "cuando se corran los señores que te están usando perra."

Mérida y Silvia explotaron a la vez, cuando mi Amo se corrió dentro de Mérida. Silvia se encargó de dejársela limpia. Para mí no fue tan sencillo, tuve que esperar a que ambos se corrieran... y pensaba que no aguantaría, pero lo logré. Limpié la primera polla que me pusieron en la boca; Mérida limpió la del Señor de Silvia.

Estábamos rendidos. Nos colocamos de rodillas ante nuestros Amos, pero ellos tuvieron el mismo gesto, nos abrazaron meciéndonos sobre ellos.

Así estuvimos el resto de la tarde, charlando...se fueron después de tomar café.

-Muy bien nena, lo has hecho muy bien.


lunes, 28 de septiembre de 2015

En la oficina

Se maquillaba con cuidado, estaba nerviosa por verse bonita, bonita y a su vez natural… que no parezca que se ha arreglado para él, que no parezca que suele pintarse como una puerta… Se sube a sus tacones, unos cómodos… que el plan no lo sabe, pero se lo imagina y él tiene la pequeña manía de andar por el casco antiguo, en el que solo hay adoquines mal puestos
Lleva un vestido ligero, color verde manzana y el pelo se balancea colgando de una cola de caballo al vaivén de su caminar. Le gusta mirar su sombra mientras anda, contemplar el bamboleo de su pelo al ritmo de sus caderas.
Cuando llega al café él ya está sentado, con la mirada en el café solo, doble que ha pedido hace poco y aún humea. Levanta la vista y la mira llegar, contempla el bamboleo de su cuerpo a medida que ella avanza, subida en sus tacones color cuero.
A un gesto suyo se sienta y pronto un camarero le trae un café con leche y tres sobres de azúcar… Él la conoce como nadie. Lo mira y le sonríe.
-Gracias Señor.
Él se acerca y la besa. –Tómatelo antes de que se enfríe nena.
Ella da sorbos cortos, intercalados con besos que Él le da en el cuello.
Pagan la cuenta y salen a pasear. Caminar de su mano es más bonito que caminar haciendo que su coleta se mueva al vaivén de sus caderas… caminar apoyada en su hombro es caminar hacia el paraíso, sabiendo que en realidad estás ya allí.
Están paseando cuando a ÉL lo llaman. Ha habido un problema y tiene que volver a la oficina. Ella se va con ÉL. Llegan a la oficina y se encierran en el despacho. Ella se coloca debajo de la mesa, si alguien entra no sabrá que está allí. El comienza a trabajar, ella le abre con delicadeza la bragueta y con mimo saca su polla. Le da unos besitos en la punta y comienza a lamerla completamente. Poquito a poco se la va metiendo en la boca, succionando con firmeza, abriendo bien la boca para no rozar con los dientes. Juguetea con su lengua, mientras Él, a la vez que teclea, le acaricia la cara de vez en cuando. Después de unos veinte minutos se corre en su boca y ella lo traga todo. Se la deja limpia y cuando Él lo indica la guarda en su sitio. Se sienta de lado acomodándose bajo la mesa y se relaja un rato. Entra alguien que se sienta a hablar con Él. Mientras charlan Él introduce el pie entre sus piernas y juega con ella, masturbándola con disimulo. Ella empieza a excitarse y quiere gemir, se tapa la boca con el brazo para ahogar gemidos que se le escapan. Él continúa excitándola y ella cree que no puede más, se va a correr si Él no para… aguanta con todas sus fuerzas, pero no es nada fácil… Él intensifica el roce de su pie contra su coño
La persona que ha venido a hablar con su Amo se marcha y ella Él lo acompaña a la puerta, luego echa el pestillo. Le dice a ella que salga de debajo de la mesa y se acerque. Erytheia gatea hasta el sofá donde Él está sentado. Él se pajea con la polla fuera y le indica que se clave sobre Él, sentada. Ella se penetra con su polla y comienza a moverse en círculos. Se mece y se mueve arriba y abajo encima de Él. Sus pechos se bambolean a la vez. Él los agarra, los muerde, los lame, los besa y succiona los pezones.  Ella está muy excitada, le pide permiso para correrse.
-¿Antes que yo? No nena… cuando yo me corra, entonces.
Ella sabe que él no se correrá hasta que no quiera, pero hace todo lo posible por mejorar su placer, por intensificarlo, aprieta su coño para que Él lo note más estrecho, aviva los movimientos circulares, sus favoritos y lo besa con pasión. El problema de esto es que también aumenta su propia excitación; pero al final lo consigue. Él, con los ojos en blanco, explota dentro de ella y cuando ella lo siente, se deja llevar a su vez. Se corren juntos. Él deja caer la cabeza sobre el sofá. Ella se baja y se la limpia bien.
-Anda, ve al baño, recomponte y vete a reservar al restaurante de abajo, para las dos y cuarto

sábado, 26 de septiembre de 2015

Es un juego.

Es un juego: Tu me obedeces y yo te cuido. Es un juego: Yo me entrego y usted me protege.
Juguemos, encontrémonos en lugares que nadie conoce... en lugares que no existen... Convierta nuestro encuentro en una visita a un mundo paralelo... ayúdeme a olvidarme del mundo... Con un simple dedo...


Él acaba de despertar... yo he dormido poco... Aún me cuesta acostumbrarme a sus agarrones dormido... a su forma inconsciente de dominar, de poseer...

-¿No puedes estarte quieta? menuda me has dado... mala.
-No soy mala.

Un dedo, con un dedo me tiene derrotada, me hace cosquillas, con un solo dedo, como pequeñas punzadas mientras me dice, riendo:
-¿Le dices que no a tu Amo? te estás buscando castigo divino!

Pero yo sé que no es verdad, porque se ríe y tiene la voz cariñosa, la que me gusta... y huele a ternura y sé que puedo reirme con las cosquillas, porque está jugando... y me domina de esa forma tan sana y tan infantil... y una parte de mí sabe que soy un poco más suya... que así me gana.

Se levanta y se va a hacer café. Es la única persona que supo cogerle el toque de azúcar que a mí me gusta a la primera. Me llama desde la cocina y gateo a su encuentro. Se sienta en el sofá y me coloco a sus pies. Me da la taza de café y un trozo de bizcocho.
-No tengo mucha hambre Señor.
-Cómetelo

Charlamos, así, con la taza de café calentando mis manos y su presencia calentando mi cuerpo.  Al rato se levanta y se lo lleva todo a la cocina. Cuando vuelve trae una lata de gominolas en las manos. -¿Te gustan?
-Si Señor.
-Bien.
Pone un antifaz en mis ojos y me da la lata abierta.

-Vamos a jugar pequeñita. Tú eliges una gominola, me la enseñas y te la metes en la boca. A ver si adivinas el color.
 No fue fácil, las rojas me sabían azules, las amarillas blancas y las naranjas, que estaba segura de poder distinguir porque generalmente tenía un sabor más fuerte, no me tocaban nunca.

-Vamos perrita... si lo consigues te doy polla.

En ese momento... no sé que me pasó... pero me bastaron dos segundos para decir, con toda la seguridad del mundo:
-Verde!
y mi Amo solo fue capaz de responder:
-Serás zorra... ahora tengo que darte polla.

Me reí con ganas... lo cierto es que estaba orgullosa de mi triunfo. Apoyé mi cabeza en su pierna, jugueteando con su vello... era una manía que el me permitía conservar... creo que le gustaba...
Estuvimos un rato así, hasta que me agarró la cabeza y me dijo:
-Anda ven aquí.
 Abrí la boca y me la tragué toda, buscando conseguir su semen, tragarlo, que fuese mío... era una carrera y yo tenía que ser la mejor... al fin y al cabo, estábamos jugando.

martes, 22 de septiembre de 2015

El orgasmo

Cuando me mudé a la casa nueva me dije a mi misma: Tienes que poner una cama con cabecero de forja... Así, tan intencionado como suena... No sabía nada más... pero la cama estaba clarísima. Así que hoy me encuentro aquí. Desnuda, atada a las esquinas de mi cama, bocarriba y con una mordaza en la boca y dos consoladores en cada uno de mis agujeros. Llevo un rato sola, mi Amo creo que está viendo una película en el salón... le encanta hacerme esto. Ya a estas alturas lo estoy babeando todo... que es lo que yo más odio de las mordazas... y lo que más le gusta a Él.

Aparece al rato...

-Menos mal, con lo callada y lo quieta que estás pensaba que te habías dormido... - dice con ironía... los Amos cuando quieren son unos graciosos...- Ay que ver, estás toda llena de babas... Podrías ser un poco más cuidadosa eh

Pasa un par de dedos por mi coño, acariciando mi humedad.
-Estás encharcada... ¿Tienes ganas de correrte? - asiento, con efusividad, con mucha efusividad.- ¿No dices nada? Imagino que entonces no tienes tantas ganas.

Quisiera gritar de la impotencia.  "Sí!, Si si si si si!! Me quiero correr por favor!!" Pero claro... eso no ocurre... No puedo gritar y Él no está dispuesto a permitir que yo me corra así de buenas...

Saca los consoladores, ambos, casi a la vez... y yo hago muchos esfuerzos por no correrme en ese momento. Después lame mi humedad, mirándome con un gesto sucio y perverso. Mordisquea el interior de mis muslos y sube con sus dientes hasta mis pezones. Muerde, succiona y los pone duros. Coloca unas pinzas... Es algo que no aguanto demasiado tiempo y Él lo sabe. Se clava en ese instante dentro de mí. Bombea con intensidad... parece que quiere hacer que me corra, pero no me da permiso y yo no puedo pedirlo. Me agarro con fuerza a las cuerdas de mis muñecas, abro bien los ojos y busco desesperada una imagen que me distraiga... pero solo encuentro su mirada, que me excita aún más... No voy a aguantar, sé que no aguantaré.... y entonces será horrible... porque habré fallado... Es odioso y a la vez completamente delicioso...

Entonces ocurre. Me quita la mordaza de un tirón y me dice:

-¿Quieres correrte?
-Si.... Amo...
-Pídelo.
-Por favor... Amo... permita...  a esta perra... correrse
-Vamos zorrita...... Córrete.

Y estallo... Estallo porque llevo casi dos horas aguantando, sin parar de excitarme... estallo porque su bombeo me enloquece, porque su olor me embriaga y sigo sintiendo su peso sobre mí... pero, sobretodo, estallo porque así Él lo ha querido, porque me lo ordena, porque soy completamente suya.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Que yo te velo.

Me acariciaba el pelo... tumbados en la cama, Él semi sentado, yo sobre su vientre medio dormida. Había sido un día duro en el trabajo... tenia una compi que ARG... y Él me decía: "se tolerante... no te sofoques... el disgusto te lo vas a llevar tú si no..." Tenía razón, como siempre... pero era dificil. Yo había llegado a las seis a casa, había recogido un poco y me había quedado dormida, quince minutos, luego apareció Él, con sus manos y sus mimos sanadores. Nos sentamos primero a ver una peli... pero claro, Él tan cerca, sus manos acariciandome tranquilamente y al final acabé entre sud rodillas... y su polla acabó entre mis pechos. Arriba y abajo, con la lengua lamiendo la punta... como a Él le gustaba, con la presión exacta... se corrió y de mis pechos lo recogí con los dedos para lamerlo.

En el sex shop de mi barrio habíamos comprado un lubricante con sabor a nubes de caramelo riquísimo, el mismo que yo había usado para hacer la cubana. Él lo cogió y me llevó a la habitación. Poniendo un poco sobre mi ombligo comenzó a masajearme con Él, el cuello, los pechos, el vientre, el pubis... Hasta que comenzó a entrar con sus dedos, haciendome vibrar. Sabía como excitarme en segundos. Pronto sus dedos fueron sustituidos por su polla. El bombeo  frenético explotó en un orgasmo a dúo que debió sonar en todo el bloque...

Me llevó a baño, nos duchamos juntos, mutuamente.  Cenamos ensalada ligerita y nos metimos en la cama.

Me acariciaba el pelo... tumbados en la cama, Él semi sentado, yo sobre su vientre medio dormida... cuando Él vio que se me cerraban los ojillos me dijo aquella frase que ya escuché una vez...

"Duerme peque, que yo te velo."

Él no lo sabe, pero la chica fuerte que yo me considero se rindió a sus pies tras oir por primera vez esa frase de su boca.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Vispera de la vuelta al trabajo.

Vuelta al trabajo... lo llevo fatal... con lo bien que se está en verano, en la piscina de mi Amo abrazada a Él... Lo bueno es que montada en el metro puedo contaros cositas aquí... Pero aún así... que yo os contaba igual desde la tumbona al lado de la piscina... ains

Por suerte mi Amo me conoce... y ya me vió venir ayer por la noche.

-Erytheia bonita ¿Cómo llevas la vuelta?
-Mal, Amo, no quiero... -Le dije poniendo voz infantil.
-Venga anda, pide pizza carbonara que voy para allá...
-Bien! Ahora le veo Amo.
-Se buena nena. 

Llamo a la pizzería, cuarenta minutos me han dicho... me ducho veloz, me pongo un vestido corto y los tacones marrones, que son super altos.  Me pinto un poco, sin exagerarlo y lo espero. Cuando suena el telefonillo la primera vez es el de la pizzería, sube, le pago y se va. Dejo la pizza en el horno y ahí sí, me desnudo y lo espero de rodillas. Él llega pronto, casi me acabo de arrodillar y me mira sonriente.

-Mira! Una perra. Perrita ¿Tu la chupas?- me dice divertido.
-Si Señor yo se la chupo claro...
-Pues venga abre.

Se corrió en mis pechos, me dejó toda pegajosa y me dijo que no me lo quitase... ains.

Fuimos a cenar, Él, desde el sofá me iba dando trozos, le encantaba darme de comer. 

De Ahí pasamos a la ducha. Primero entré yo. A cuatro patas, me lavó como a una perrita de verdad. Me secó con mimo.  Después fue su turno, se sentó en la bañera, casi tumbado y yo lo lavé poco a poco... aproveché también para pajearle tal y como me indicó; pero no se corrió, solo quería que se la pusiese dura.

Eligió mi ropa del día siguiente, faldita estampada, blusa azul oscura y cuñas blancas.

-Vamos para el salón, todavía queda la segunda parte del partido.
-¿Quien juega Amo?
-Juega mi equipo, el tuyo lo intenta pero va a perder. - dijo riendo.
-Ya veremos Amo,  ya veremos.
-¿Qué nos jugamos?
-Poder tocarme cuando quiera una semana.
-Y te azoto, eso si ganas.
-¿Y si pierdo?
-Un mes de faldas de vuelo sin braguitas, , tres semanas sin correrte.
- ¿Por qué me azota si gano?
-Porque soy tu Amo y me apetece.
- De acuerdo...  ojala gane.
-Bueno, yo veo el partido y tu chupas.

Es complicado que esté dura tanto rato, pero lo conseguí, se corrió con un gol  de su equipo... ainssss pero tuve suerte, ganó el mío... prefiero los azotes a tres semanas sin correrme, la verdad...

-Ay nena... que vas a cobrar...
-Bueno, pero he ganado....
-No te pongas chula, que el que da soy yo eh...

Me reí, era una competencia sana que teniamos, yo solía decirle que debería quitarse la manía de ir siempre con el equipo que pierde, Él me decía que yo debería buscarme un equipo que supiese jugar...

Me colocó sobre sus rodillas, con la mano, al fin y al cabo no era un castigo. Fue una tanda de las que dejan un picor que gusta... no los conté, Él tampoco pero pasarían de 30 seguro...

-Ahora nena sientate en el butacón y abre las piernas, así muy bien... estrena tu nuevo privilegio semanal, quiero ver como te tocas.

Es algo que me suele dar vergüenza, que me vea tocarme pero lo hice, al principio con timidez, Él me animaba a continuar , a que lo hiciese con más ganas, a que metiese más dedos... y cuando estaba a puntito de correrme me ordeno parar. Hice un mohín, tenía derecho a correrme, no era justo... pero no dije nada, me repetiría que nadie dijo que la sumisión debiese ser justa...

Me cogió en brazos, besándome con furia con ardor, con prisas. Fuimos entrelazador hasta la habitación y allí me lanzó sobre la cama y me folló hasta que me corrí... Después me puso a cuatro patas y me volvió a follar, esta vez el ano, ahí tuve otro orgasmo y Él el tercero de la noche... para  que luego digan...

Hoy he ido de pie en el metro, pero prefiero ir así de satisfecha a poder sentarme...

sábado, 12 de septiembre de 2015

Noches para perderlas.

La canción de las noches perdidas suena en la radio, mientras yo termino de preparar la cena. Me ha dejado cocinar para Él... y llevo tres semanas pensando que podría gustarle. Él está en la ducha, ha estado entrenando hoy. Yo llevo un tanguita rosa y un delantal, el pelo recogido y un dildo en el culo. Espero que le guste la cena... para una vez que me deja cocinar a mí... me ha prometido que hoy me deja cuidarlo y mimarlo mucho, de verdad.  

Aparece con unos boxers azules y una camiseta de rallas burdeos y azul. Es muy guapo, con el pelo mojado más... así de natural. 

-¿Como va eso perrita?
-Bien Amo. 
-Saldrá rico ¿No?
-Eso espero Señor... 

Se puso a trastear por allí, a probar lo que estaba preparando y a probarme a mí también. Me besó y lamió, movió el dildo... ains es extraño como me molesta y me envía una descarga de placer por todo el cuerpo. 

-Cuando quiera Señor, está todo listo. 
-Pues vamos, que cuanto antes cenemos, antes te comeré a ti.

Saco las croquetas de puchero, las papas aliñás y los filetes. Sé que hoy viene con hambre y que tiene ganas de comida tradicional. Por extraño que pueda parecer cenamos tranquilos, sin juegos, Él en la mesa sentado, yo a sus pies. Él no para de acariciarme y a mí se me escapan sin querer ronroneos de placer. 

-¿Te lo has comido todo peque?
-Si, Amo. 
-En el centro de la cama, a cuatro patas, los hombros sobre el colchón, pon un cojín y apoya la cabeza. Quítate el tanga. 
Me pongo de pie y me quito el tanga. Lo dejo sobre la silla, doblado y a cuatro patas voy hasta la habitación. Me coloco tal y como me ha ordenado. Tarda un rato, lo oigo trastear con los platos, imagino que recogiendo la cena. Cuando aparece no me giro, soy lo suficientemente lista. Me azota con la mano las nalgas, están completamente expuestas. Juega con el dildo y con un dedo juguetea con mi coño. Saca el dildo, me azota y entra en mi culo. Me folla el ano con fuerza, mientras juega con mi coño. Cuando está a punto de derramarse dentro de mí, saca la polla y me la pone en la boca. Chupo y me lo trago todo. 

-Ahora te toca a ti. Bocarriba nena. 

Me ata a la cama, brazos y tobillos. Pone un cojín bajo mi culo y me besa. Sale de la habitación, cuando vuelve lleva papel de cocina con algo dentro... 
-Cierra los ojitos zorra y no te muevas 

El hielo me recuerda a una de mis primeras sesiones con Él. Lo coloca en mi coño y quema, me excita, me humedece... Instintivamente trato de cerrar las piernas, pero no puedo, estoy atada, aún así me azota la cara interna de los muslos. 

-Te he dicho que no te movieses zorrita. 
-Perdón Amo.
-¿Frío?
-Sí Señor... 
-Vamos a calentar eso anda. Mi perrita cocinera se lo merece, hoy lo has hecho muy bien. 
De repente baja, me lame, me come succiona mi clítoris, lo frota con las manos.

-Señor, por favor...
-Córrete cuando quieras. córrete mucho.

Solo paró cuando se cansó, yo llevaba ya más de cinco y no podía más. 

Me desató, me limpió con una toalla húmeda, se tumbó a mi lado, me besó y me rodeó con sus brazos. 

-A dormir, es muy tarde. Sueña bonito pequeñita.
-Descanse mi Amo. 

No me hizo falta más que su olor para dormir. 


lunes, 7 de septiembre de 2015

Destino sorpresa III (Final)

Al día siguiente cuando desperté mi Amo tomaba café leyendo la prensa.

-No sabia yo que las perras andasen a dos patas. -dijo.

Me coloqué a cuatro y así entré en el salón.

-Buenos días perrita. ¿Tienes hambre? Desayuna anda. -señaló un cuenco en eñ suelo de leche con cereales.

Lo cierto es qye me habia despertado con un hambre voraz y me lancé a por el desayuno. Él acariciaba mi culo con un pie mientras leía. Cuando acabé llevé mi cuenco a pequeños empujones hasta la cocina y volví para ponerme a sus pies.

Bajo la mesa Él se sacó el miembro y me indicó que chupase. Lo hice con tranquilidad, Él leia en voz alta algunos artículos, aquellos que pensaba podrían interesarme.

Cuando se corrió y se cansó de leer me dijo que me pusiese de pie y fuese a ducharme mientras Él elegia mi ropa, que íbamos a hacer turismo. Cuando salí de la ducha me esperaba con 10 metros de cuerda fina entre las manos, las cuales usó para "decorar mi cuerpo" además insertó dentro de mí un dildo pequeño y las bolas chinas.

-Si algo te molesta tanto como para no aguantarlo, dímelo y veremos que hacer. Ahora vas bien ¿no?
-Si Amo.

Salimos a ver el castillo del pueblo, que estaba casi a pie de playa, paseamos también por el centro histórico lleno de cuestas empedradas y al final fuimos a comer arroz negro  que es mi favorito, con dos copas de verdejo. Aguanté el rato

La vuelta fue por el paseo marítimo, con dos helados de limón. Al llegar fuimos a la piscina un rato, nadamos y jugó con mi cuerpo.

Sobre las seis le entró hambre y me pidió que me preparase para ser merienda. Me duché y unté con chocolate, crema de avellana y diferentes mermeladas mi cuerpo. Tumbada sobre la mesa puse batido en mi ombligo y un vaso de zumo entre mis pechos, que no caiga.

Me lamió toda, hasta que no quedó rasto y después me dijo:

-Voy a volver a poner batido en tu ombligo y si se te cae una sola gota, tu culo lo va a sentir mucho.

Bajó a comerme, poseyó mi clítoris con la lengua y claro, al final no me aguanté y  derramé un poco de batido.

-Muy mal zorrita, lo has manchado todo, eso no puede ser. Ven aquí.

Se había sentado en una silla y me indicaba sus rodillas... creo que sobra decir que aún hoy pica... ouch...

Salimos a cenar de picoteo por varios barecitos del centro y la noche fue como las anteriores, quizás más tierna...

Hoy, muy a mi pesar, volvemos a casa.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Destino sorpresa III

Cuando desperté tenía pegada una nota al pezón derecho.

"Salgo a correr, desayunamos juntos, zumito de naranja y café preciosa, lo demás a tu elección.

Te quiero perrita.

Pd. Prohibidos teléfonos y ordenadores durante el finde."

Cuando salí del baño me puse a preparar el desayuno. Exprimir naranjas, poner la cafetera, cortar fruta, tostar pan, preparar magdalenas de chocolate etc.

Mi Amo llegó cuando todo estaba casi listo. Me besó y mientras yo ponía la mesa se dió una ducha rápida.

Él desayunó y yo bajo su mesa me alimentaba. Cuando se derramó dentro de mí me fue dando poco a poco trozos de tostadas.

Cuando ambos acabamos me indicó de un azote que me pusiese algo para ir a la playa, a pasear.

Si ya me supuso una sorpresa el que quisiese ir a la playa, fue aún mejor cuando ví que no había partes de arriba de mis bikinis en la maleta. Topless obligatorio.

Me puse la braguita del bikini y un vestido corto, coleta alta y gafas de sol.

-¿Estás zorrita?
-Si Amo.
-¿seguro?
-Un poco libre, pero bien.

Se rió y me agarró fuerte la mano. Paseamos por la playa, yo con mis pechos al aire, Él con una mano que iba de mi culo a mis pezones a cada rato. La playa estaba como a Él le gusta, desierta.

Nos bañamos una vez, estaba muy fria, pero ambos estábamos excitados y Él decidió calmar su excitación. Se corrió dentro de mí, en el agua, abrazados. A mí solo me acrecentó la excitación, por más que lo roguè no obtuve permiso.

Fuimos a comer a un sitio de pescado, cangrejos de concha blanda fritos con mahonesa de wasabi y soja; Gyoza japos de verduras, gambas y ternera; ensalada de queso de cabra, ceviche de atún, niguiris de  pez mantequilla y trufa... todo exquisito, todo perfecto y bajo la mesa, entre los platos y el postre, mi Amo me concedió un orgasmo tan inesperado como ansiado; acabando con un mordisco en el cuello y un " tú te corres cuando a mí me da la gana, que para algo eres mía, pequeña."

La hora de la siesta fue agitada, un espejo en el techo, un cabecero de forja y de mi maleta salieron velas y cuerda. La cera olía a vainilla, menuda paradoja... me azotó los pechos y así fue quitando la cera. Me folló mientras yo nos miraba en el techo.
-No cierres los ojos eh perra.
No perdí detalle. Se corrió, me corrí y cuando salía de mí volví a correrme. Limpié su polla despacito, ya sin ataduras; y Él aprovechó para quedarse dormido. Cuando acabé sentí como su brazo me rodeaba y me pegaba a Él. Era dominante incluso dormido. Despertamos a las siete.

La puesta de sol la vimos dentro de la piscina, abrazados. Ducha conjunta con mamada incluida y cena en un restaurante árabe... sillones bajos y yo sin bragas. A veces, cuando me quejaba de esas situaciones el me decía.
-¿Tú a quien perteneces? ... Pues entonces si yo quiero que enseñes, enseñas nena.
El camarero no daba pie con bola y mi Amo se reía con disimulo mientras me tocaba.
Comimos bien y nos lo pasamos mejor...

La noche fue como la siesta, pero más larga, más dura, más intensa... en vez de dos... cuatro...  y que bonito es incluso dormido.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Destino sorpresa II

La primera parada fue en un restaurante en mitad de la carretera que podría haber estado en cualquier parte. Un lugar rodeado de campo con un jardincito de ensueño. Comimos genial, tanto pescado como carne. Tras el postre me metió por el jardincito y allí me folló concediéndome mi tan ansiado orgasmo. Él había pasado tres horas conduciendo y excitándome  sin permitir que me corriese.

En el coche volvió a ponerme el antifaz y me quedé dormida un ratillo, lo cual es un logro, porque al principio dormir con el antifaz me era imposible. Cuando me despertó estábamos en el parking subterraneo de un supermercado. Fruta, tostadas, zumo, leche, café. Lo justo para tres días de desayuno.
El acento del los lugareños no se diferenciaba mucho del mío propio, pero seguía sin saber donde nos encontrabamos.

No estuvimos en el coche más de quince minutos. Cuando aparcó por última vez estábamos en unos apartamentos a pie de playa. Mi Amo es maravilloso.

-Estamos en septiembre, espero que no haya muchos veraneantes. 

Una habitación con cama de matrimonio, cabezero de forja y espejo en el techo. Un sofá repleto de cojines y una alfombra fina a sus pies, una cocina pequeña, un baño con bañera redonda, terracita y una piscina privada. Como siempre mi Amo había pensado hasta en el último detalle.

Me llevó a la cama y me dijo: Tú has dormido, ahora me toca un rato a mí. Se tumbó y yo me dediqué a adorar sus pies, lamerlos y masajearlos.

Despertó después de una hora, y de sus pies pasé a su polla. Cuando se derramó dentro de mi garganta me señaló el suelo y a cuatro patas lo seguí hasta la piscina. Se puso a nadar, mientras yo en el borde tomaba el sol.

Salió y me folló el culo en la terraza.

Después nos duchamos juntos y fuimos al pueblo a cenar...

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Destino sorpresa

Me venda los ojos y me sienta en una silla, atada por los tobillos y las manos. Un consolador en mi coño, a máxima potencia.
-Ni se te ocurra correrte.

Intento concentrarme en otra cosa, pero no es fácil. Sé qué Él está preparando una maleta, lo escucho trastear entre mis cosas. Es dificil centrarme en sus movimientos, estoy muy excitada y la oscuridad me obliga a centrarme aún más en las sensaciones de mi coño. Al fin escucho la cremallera cerrar la maleta. Segundos después su polla está en mi boca, chupo con fricción y Él me bombea marcando el ritmo. Cuando creo que no aguantaré más se derrama dentro de mi boca y me ordena:
-Córrete perra.

Me desata y me limpia con una toalla. Su polla ya la he dejado yo reluciente antes. Me quita la venda y bajamos las maletas al coche. Entramos en el bar de enfrente a desayunar.
-Zumo y tostadas para la señorita, para mí lo mismo y un café solo.
-¿No quiere usted café o leche o algo?
-Ella ya ha tomado leche en casa, gracias.

Me pongo roja instintivamente. Él se ríe cuando me mira, está juguetón, pero por suerte, el desayuno acaba sin más percances.

Cuando salimos de la cafetería entramos directamente en el coche. Él me venda los ojos y pone música. Abre mis piernas y las coloca en alto. Arrancamos y en cada semáforo juega con mi coño.

-Solo te digo que nos quedan tres horas de viaje, y que no te puedes correr.

domingo, 30 de agosto de 2015

Añorar

Algunas veces lo echo de menos... y voy así, con el alma medio en pena, anhelando un mensaje que me diga que se preocupa por mí. Un "¿Todo bien nena?" "¿estás siendo buena perrita?" Y es que es extraña la conexión que siento cuando usted está cerca, lo poderosa que me siento sabiéndome a sus pies. Afortunada si me toca, reina si me besa, Diosa si me toma.

Me gusta sentir su aliento jugar en mi nuca, su saliva viajando por mi lenga, su polla en cada uno de mis agujeros... Pero también anhelo cuando charlamos, mi Señor, sentir el tacto de sus manos por mi cuerpo, enredarme en el vello de sus brazos, abrazarme a sus palabras mientras hablamos de cualquier cosa y usted pasea inquieto por la habitación.

Buenas noches, mi Señor... lo echo un  poquillo de menos...

Pero no se preocupe, también me ocurre cuando acaba de marcharse... es culpa de su olor.

jueves, 27 de agosto de 2015

De apuestas y justicia...

Nos habíamos quedado dormidos después de comer, Él cansado de trabajar... yo, más afortunada, de hacer largos en la piscina. Bocabajo, desnuda, comencé a notar unos dedos masajear mi cuello, dejé escapar un sonido gutural de puro placer... bajó por la espalda, olía a fresa y supe que era el lubricante que yo había comprado un par de semanas antes. Hacía círculos a lo largo de mi columna, si se acercaba mucho a las caderas me hacía cosquillas y se me escapaba alguna risita, recién levantada y me estaba relajando tanto que podría haber vuelto a dormirme.
Cuando llegó a mi culo se afanó en amasarlo. Llegado el momento, como me imaginaba lo sentí acercarse a mi ano... haciendo círculos con los dedos. Introdujo uno, después fue añadiendo más, hasta tres. Al final lo noté apoyar su polla y comenzar a entrar dentro de mí. Bombeaba sujeto a mis caderas, salvaje, mordiendo mi espalda, tirando de mis pezones, estimulando mi clítoris con sus dedos.

-No tienes permiso para correrte perra.

Aguanté mis gemidos, la excitación iba a más, Él azotaba mi culo y dado el momento se derramó dentro de mí.

Salió y se la limpié con la lengua. Fuimos a la ducha, Él me lavó a mí y yo lo serví a Él mientras se duchaba. Sacó mi vestido amarillo y me lo dió, me recogí el pelo en una cola alta. Se vistió y antes de salir; colocó un dildo en mi ano y un vibrador con control remoto en mi coño.

Paró en un centro comercial.

-Hace mucho que no vamos a la bolera. ¿Nos jugamos algo para que sea más divertido? Mismas reglas que en el billar.
-Vale, Amo.

Las reglas eran simples, ambos podemos desconcentrar a nuestro contrincante, la única diferencia es que yo a Él no lo puedo tocar y Él a mí sí.

-Vamos a hacerlo así. Si gano yo, esta noche cera y no te corres en dos semanas. Si ganas tú te corres como quieras y la próxima vez que cometas una falta tú elegirás tu propio castigo, sin restricciones.
-¿Trato?
-¿Dos semanas no es mucho?
-¿Lo tomas o te rindes?. - (Rendirse es considerado perder)
-Lo tomo.

La primera vez solo tiró uno. Yo tres. La segunda hizo pleno y mientras Él celebraba su victoria yo tiré y también lo logré. A la siguiente activó el vibrador y no di una, Él había tirado la mitad. Al final quedamos empate. Nunca nos había ocurrido.

-Haremos una cosa, tú eliges medio premio y sufres ambos castigos.

-Ha sido empate, no es justo.

-¿Y quién ha dicho que tenga que ser justo?

-De acuerdo Amo. Elijo correrme como quiera, si voy a estar dos semanas por lo menos quiero disfrutarlo hoy.

-Bueno. Vamos a cenar y luego eliges como correrte.

Cenamos en un bar de tapas dentro del mismo centro comercial. Compramos un helado para el camino y tal y como entramos por la puerta de casa me desnudé.

-Tienes ganas eh zorrita...
-Muchas Amo.
-¿Qué eliges?
-A cuatro patas, como un perra.
-Menuda guarra estás hecha.

Probablemente sean dos semanas muy duras... pero fue BRUTAL.
 

martes, 25 de agosto de 2015

Contagios

El otro día contaba que ocurriría si Erytheia estuviese malita. Pues bien, la cosa continuaría tal que así.

Hoy Erytheia se encuentra mucho mejor, está en casa, solita, reservandose. Suena el teléfono.

-Nena ¿Qué tal la cosa?
-Mucho mejor mi Señor, ya hoy no tengo frío.
-Me alegro. A mi me lo has pegao.
-¿De verdad?
-Sí, estoy destemplado y muy cansadito.
- Ay perdón. ¿Puedo ir para allá?
-Vente anda.

Vestido informal y para casa de su Amo. Una vez alli se desnuda, todo está calentito. Él a la cama y nada de trabajo pendiente, caldito caliente, arroparlo y dejarlo dormir. Recoger un poco su casa, preparar cremitas para estos días y esperar a que despierte. Cuando comienza a despertar ibuprofeno y oral, que esas pastillas son un rollo de tragar, mejor hacérselo agradable. Él está animado, pero no tiene fuerzas. Zumo de naranja y una perrita que ejerce de mesita, en la tele el fútbol.

Erytheia prepara un baño de rosas para su Amo, con eucalipto para abrir las fosas nasales. Todo calentito, sabanas suaves y cena recién hecha. Se duermen juntos. Ella acaba la jornada enganchada de nuevo a su polla. Él cansado y encantado.

A veces cuidar y proteger una propiedad es una acción muy similar a servir a tu dueño. Ahí está la magia. 

domingo, 23 de agosto de 2015

Un Amo que me mime

Llevo dos días destemplada, nariz congestionada, frío... un trapito soy... esta entrada será cortita por lo mismo... pero estaba yo pensando, que ocurriría si fuese Erytheia la que estuviese así. Los ojillos achinados de cansancio, frío todo el rato, mucosidad y lentitud de reflejos... su Amo Andrés iría a su apartamento a cuidar de ella, la mandaría a la cama, con un camisón y la taparía bien. Le prepararía una cremita de verduras que la reconforte y se sentaría en la cama. Erytheia se quedaría dormida con la cabecita apoyada en su pierna, mientrad Él juega con su pelo, satisfecho porque su perrita enfermita se lo ha comido todo sin quejas. Cuando se despertase Él le tomaría la temperatura, la abrazaría y leería para ella con voz suave. Cuando ella se sintiese mejor, la bañaría lento, acariciando su cuerpo despacito mimando a su princesa perrita y la colmaría de besos mientras la seca con una toalla esponjosa.

Tan bien cuidada, Erytheia se pondría buena con rapidez y podría agradecer a su Amo tanto mimo dando buen uso a su boquita. Él, viendo fuerzas recuperadas en la perrita traviesa se la follaría con delicadez, cuidando las reservas recién recuperadas.

Quien fuese Erytheia...

domingo, 16 de agosto de 2015

Postconcierto

Una falda tableada negra, una blusa blanca, sandalias de tacón negras, coleta alta. Ibamos caminando hacia el concierto, Él me besaba a cada rato, jugando con mis pechos sin sujetador. El concierto comenzó a las diez y media. Era una de mis cantantes favoritas y Él me había sorprendido esa tarde con las entradas. Habíamos ido antes a cenar. El concierto era en el faro, a pesar de la luz se veían las estrellas.

Me besó con intensidad durante todo el concierto. Cuando acabó  fuimos a mi casa. Yo estaba excitada después de todo el concierto.

Cuando llegamos me tumbó sobre la cama. Me desnudó y me besó por todo el cuerpo jugando con mi excitación. A cuatro patas me azotó y clavó su polla en mi ano.
Me folló frenético, sin permitir que me corriese, hasta que se derramó dentro de mí.

Se la limpié y me ató a la cama con las piernas abiertas. Desapareció y volvió con una taza de té. Trajo una vela y derramo cera en mis pezones. Con azotes sobre mis pechos hizo saltar la cera seca. Sobre mi cuerpo escribió con un rotulador frases que me humillaban y marcaban su propiedad.

Me dejó un rato atada, acariciandome y llevándome a los límites de mi excitación. Al final entró dentro de mí y me folló, permitiéndome correrme cuando Él lo hiciese. Caí rendida y para cuando acabó de desatarme, yo ya estaba dormida.

viernes, 14 de agosto de 2015

Sabado casero.

Me llamó ese día para ir a su casa por la mañana. Un vestido azul turquesa y sandalias planas, Él me habia dicho que vistiese sencilla y sin ropa interior. Una trenza de pelo y maquillaje como a Él le gustaba. Se la chupé en la puerta y después salimos a la terraza. Su terraza era perfecta, no nos podía ver nadie.  Una copa de vino blanco, un libro y su perrita a sus pies. Yo lamía y besaba  juguetona mientras Él leía en voz alta una novela que estabamos leyendo juntos. Estuvimos así casi una hora. Hasta que llegado el momento me indicó que pasase de sus pies a su polla. Ahí si tomó el control y me folló la boca. Se corrió en mi cara. Lo recogimos todo y se puso a cocinar. Dorada al horno con patatas a lo pobre. De primero, ensalada de brócoli y de postre brochetitas de frutas. Cuando acabamos me guió hasta su habitación, Él no perdonaba la siesta casi nunca, porque en general dormía mal de noche. Me tumbó bocarriba  y me folló, dándome permiso para correrme todas las veces que pudiera. Después se quedó dormido sobre mí. Le olía el pelo a menta.

domingo, 9 de agosto de 2015

El castigo pendiente.

(Leer primero: Insomnio http://bajolafaldaazul.blogspot.com/2015/07/insomnio.html )

Me desperté con el timbre de la puerta. Me puse una camuseta de Él que se había dejado unos dias antes y fui a abrir, descalza y despeinada. Venían dos repartidores de una floristería y 15 ramos de flores. Sobra decir de quien eran.

"Por que sí."  Ponía la nota. Y  un corazón rojo dibujado.

Lo llamé al trabajo y le di mil veces las gracias.

-Ponte el vestido blanco, cógete una cola y vente para el  despacho.
-ahora mismo Amo.
-Te espero mi niña.
Corrí a prepararme, hice la cana rápido y coloqué las flores como pude por la casa... Me arreglé y cogí el coche hasta allí. Pensé en subirle 15 cafés pero la perspectiva de taquicardia me echó a atrás y solo compré uno para cada uno. Me gustaría decir que compartíamos el mismo, pero mientrad que yo le echo tres de azucar, leche y si puedo chocolate... el lo toma solo.

-Hola perrita. Anda cierralo todo... bien... así no nos molestará nadie... ven aquí anda... la tengo dura desde que pensé en ti poniendote este vestidito tan corto. Come anda nena.

Cuando se corrió en mi garganta me dio el café, que gracias a los vasitos térmicos se mantenía caliente.
Así, arrodillada, nos lo tomamos mientras charlábamos.

-Hoy no me has mandado el mensajito dd buenos dias
-Claro, me han despertado los floristeros... lo he llamado directamente...
-Anda... así que la nena estaba dormida... pues para un tema parecido te he llamado.
-¿Para qué Amo?
-¿Recuerdas el otro día, cuando me despertaste y acabé follandote?
-Sí Amo... gracias.
-¿Qué te dijé? ¿Lo recuerdas?

Enmudecí... claro que me acordaba... había dicho... tienes un castigo pendiente... sin embargo hacía varios días ya... pensé que no lo recordaría...

-Contestame Erytheia.
-Pensé que después de tantos días, lo habría olvidado...
-Yo no olvido esas cosas... me preocupo por ti y todo lo que te concierne es prioritario.
-Pero...
-Soy tu Amo nena, decido yo cuando ¿O no?
-Claro que sí Ami... así quiero que sea.
-Entonces... vas a cumplir  ¿verdad?
-Si Amo.
-Sobre el escritorio y no quiero un ruido... hay gente fuera.

Me azotó, me azotó fuerte y después bajó mi tanga hasta las rodillas y levantó mi falda, cuando acabó me mandó al rincón, manos a la espalda y que ni la falda ni las braguitas se caigan. Estuve allí un rato hasta que me hizo desnudarme. Después con una cuerda que había en su cajón me ató por todo el cuerpo, creando una especie de corsé que mi vestido tapaba, atravesando mis labios vaginales y aprisionando mis pechos.

-Este es el resto de tu castigo, vamos a ir a comer, y solo cuando lleguemos a casa te desataré, pero, si no puedes aguantar dímelo. Confías en mi ¿verdad?
-Más que cualquier persona en este mundo Amo.
-Perfecto mi niña, vámonos entonces.

Todo lo que pueda imaginar que sucedió en casa, tras quitarme las cuerdas, ocurrió.

jueves, 6 de agosto de 2015

Qué Bonito

1Camina por la playa hacia mi encuentro... a Él la playa le gusta así, cuando ya no queda nadie. Nos sentamos juntos en el paseo marítimo, Él huele a mar y me da besos pequeñitos por el cuello. Me lleva a casa y preparo un baño, me deja cocinar mientras se quita la sal.

Que bonito tener alguien que te quiera así, de natural.

Aparece con la toalla en la cintura y el pelo mojado. Me besa y picotea de lo que estoy preparando. Pone la mesa y nos sentamos juntos a cenar. No hablamos y nos lo decimos todo.

Me lleva luego a la cama y con calma me folla, tumbada a lo largo, con las piernas sobre su cuerpo.

Me azota y me pide que se la limpie... dice que la he dejado perdida... después se tumba a hacerme cosquillitas en la espalda y al poco tiempo siento un cojín que se coloca bajo mi estómago, su polla dura de nuevo se hace hueco en mi ano, que es suyo.

Se corre en mi espalda y me besa la boca.

Me ducho y Él sirve helado...

Que bonito que alguien te quiera tanto, que olvide hasta el postre.

miércoles, 5 de agosto de 2015

¿Chocolaterapia? Inventos de Erytheia

-Amo. ¿Me deja jugar un poco con su espalda? Prometo mimarle muuuucho.
-¿Vas a ser mala?
-Yo no soy mala, mi Señor... quizás un poco traviesa, pero mala nunca.
-De acuerdo, solo un ratito.
-Bién!Túmbese en ahí, que he puesto esa sábana para no manchar. Así ¿Está comodo Amo? Perfecto. ¿Sabe lo que es la chocolaterapia? Pues yo le voy a dar un masaje con nutella, que seguro que no tiene nada que ver pero es más rico.
-Usa las tetas.
-Si Señor.
Yo masajeaba su cuerpo con el mío, repartiendo bien la nutella... dando a ratos lenguetazos por su cuerpo, centrando mis dedos en sus cervicales cansadas de trabajar y mis pechos en toda su espalda. Él tumbado en el cesped de su casa y yo sobre él, ambos desnudos... aproveché para bajar a sus nalgas y jugar con su culo, cosa que a Él le encanta.

Conseguí excitarlo, porque llegado el momento se tumbó bocarriba.
-Come perrita. - dijo cuando hundó su polla en nutella... ahí solo usé la lengua. Él mientras daba lametones a mis pechos bañados en chocolate. Se corrió y de un azote me mandó a la ducha. Yo contoneaba en el camino mi culo, sabiendo que eso se la pone dura. Nos metimos en la ducha juntos, yo lo lavé a Él, Él me lavó a mí. Trabajo en equipo. Me llevó a la cama aún mojada y me tumbó bocarriba, con bastante delicadeza entró en mi cuerpo y me folló muuuuuy lentamente... a veces lo hacía porque sabía que para mí era imposible correrme de esa manera. Continuó poco a poco, pero de pronto embistió con fuerza y aceleró el ritmo de forma desenfrenada. Nos corrimos juntos, extasiados, abrazados, mojados y dulces.

Nos dormimos entrelazados

Que no hay nada más bonito que no saber donde acaba su cuerpo y donde empieza el mío... al final, ambos son de su propiedad.

lunes, 3 de agosto de 2015

Ansioso.

Llegué a su casa y me folló la boca con brutalidad. Ese día estaba salvaje, primitivo. Se corrió sobre mi cara, una hora antes me pedía que me maquillase bien para ir a verlo... Divertido me besó mientras me limpiaba con un poco de papel.

Lo seguí a cuatro patas por la casa. Me azotó con el cinturón trenzado que le regalé las últimas navidades, le gustaba porque dejaba una marca con dibujo en mi culo.

Me sonrió y preguntó si estaba bien, Él me conocía lo suficiente como para saber que sí, pero siempre me preguntaba. Confirmé lo que ya sabía y continuamos. Jugó con mi ano, hasta que me enculó y se derramó dentro.

Me tumbó sobre la cama, ató mis muñecas y me comió toda. Se durmió sobre mí tras mi segundo orgasmo. Aún atada yo también me quedé dormida.

miércoles, 29 de julio de 2015

En compañia

Hacía rato que no me permitía ver. Hoy me quería atenta a mi oido, al tacto de mi piel y a todas las sensaciones que recorrían mi piel.

A cuatro patas recorría su piso con soltura, no importaba el antifaz. Me había dado de comer y había cuidado de Él durante la siesta.

Ahora eran las siete y me había pedido que lo vistiese, después me había dado un vestido negro ceñido y unos tacones altos.

Me quitó el antifaz cuando aparcó el coche.

-Te lo pondré al entrar nena. ¿Confías en mí pequeñita?
-Siempre, Amo.
-No me voy a apartar de ti, vamos a conocer a unos amigos míos, también vienen Silvia y Carlos.
-¿Vamos?
-Estoy lista, cuando quiera.

Entramos en un bar pequeño, el portero encontró nuestros nombres en una lista corta y nos hizo pasar.

Me volvió a poner el antifaz y me dio ña mano. Fuimos hasta una mesa, me senté en una suave alfombra a sus pies y puso en mis manos una copa ancha. Daikiri de fresa (me conoce como nadie).  Apareció un hombre, mi Amo se levantó y yo me arrodillé esperando.

-Ery nena, ponte de pie. -Obedecí de inmediato.
-Este es Salvador, es amigo mío- me dio la mano del Señor, quien la besó con delicadeza.
-Encantado Erytheia.
-Igualmente Señor.
-Mi sumisa Clara, Erytheia.
-Encantada, Clara.-Dije cuando se me acercó a darme dos besos.
-Igualmente, Erytheia.

Nos quedamos de pie, la una al lado de la otra. Apareció en ese momento Carlos, junto a Silvia, por último me presentaron a Gonzalo y Mérida.

Entramos luego en un reservado.
-¿Recuerdas tu palabra de seguridad?
-chirimoya.
-Muy bien nena, ahora vamos a jugar un poco, mis amigos te verán. Estás preparada, eres muy buena y estoy contigo ¿Vamos?
-Iria al fin del mundo con usted, aunque no tuviese plano. Vamos.
-Perfecto princesa. Recuerda que te quiero.
-Nunca lo olvido mi Señor.

Entramos en la habitación y me ató a una cama. Comencé a escuchar musica y poco rato después sentí unas manos que me tocaban, no eran las de mi Amo, además había más de una persona acariciando mi cuerpo. Mi Amo me besaba mientras me excitaban.
-Chupa perra.
Metió su polla en mi boca y comencé a chupar con ganas, mi excitación era enorme.

-Clara. Comienza. -escuché decir.
-Silvia, derecha.
-Mérida izquierda.

Casi a la vez tres bocas se colaron en mi coño y en cada uno de mis pezones, mientras que las manos desaparecían de mi cuerpo.

Por lo que oía a las otras sumisas las estaban follando. Mi Amo se corrió poco después y todo paró. Yo respiraba agitada. De repente lo sentí dentro de mí. Me estaba follando acagarrandome los pechos.

-Córrete Erytheia. ¡Ahora! - dijo cuando yo pensaba que no aguantaría más. Me dejé llevar y grité hasta no poder más. Caí rendida. Mientras Él se apoyaba sobre mí. Me quitó el antifaz y ya no había nadie más en la habitación.

-¿Como estás mi Amor?
-Muy bien Amo... -dije con una sonrisa pícara en la cara.
-¿Has disfrutado?
-Muchísimo mi Señor.
-Perfecto. Vamos a salir, nos están esperando. Imagino que querrás verles las caras.
-Si y agua por favor mi Amo. 
-Claro mi niña.