Era de noche, acabábamos de cenar en un restaurante que nos gustaba y acabábamos de llegar a casa. En el ascensor mordisqueaba mi cuello, besandome. Los mordiscos en el cuello me estremecen, siempre. Bajaba a mi brazo, apretaba, ese me dejará marca.
Me besaba y jugaba con mi pecho por encima del vestido. Excitandome con sus caricias. Pellizcàndome.
Al entrar me desnudó besandome. Lamiendo mis pechos con ansia.
-Ponte en cuatro sobre la cama.
Saca el cinturón, lo supe cuando dio el primer correazo contra mi culo. No daba fuerte, era un juego... pero seguía doliendome...
Cuando paró me acarició con cariño, besàndome las lágrimas. Se tumbó a mi lado. Estuve un rato dejándome mimar hasta que me dijo:
-Anda, Erytheia, chupa un poco.
Me acerqué a su polla y la fui lamiendo lento. Primero le di besitos pequeñitos, lamí el tronco llenándolo de saliva. Me la metí en la boca hasta el fondo, dejando que se llenará de saliva para empezar con un mete saca lento en el que fui acelerando el ritmo. Ahogandome con su polla, provocandome arcadas y dejando que se me saltaran las lágrimas.
Èl me sujetaba la cabeza y me ahogaba con su polla en la garganta.
-Me voy a correr, que me està dando sueño. Metetela bien dentro.
Asì lo hice, se corrió en mi garganta, en lo más profundo. Alimentandome con su dulce leche.
Uf, jeje, le he pasado esta entrada a mi Amo. Es realmente sorprendente lo que nos podemos parecer (y en ocasiones, diferenciar) las parejas D/s. Esa misma manera de proceder: "besar, desnudar, cinto, mamada, dormir", la hemos hecho mil veces y me pareció curioso leerlo de un tercero.
ResponderEliminarBuen blog, te sigo.
Muchas gracias y bienvenido : )
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