Ella siempre lo escuchaba llegar cuando se quedaba en casa a dormir, y salía a correr cuando amanecía. En su remolonear sentía como entraba en la habitación, se sentaba en la cama y le daba un beso.
-Erytheia, despierta.
-cinco minutos más Amo, porfi.
-Vamos arriba Erytheia.
Ella se levantaba e iba a poner la cafetera. Después, mientras Él se duchaba, le preparaba la ropa y hacía tostadas, cortaba fruta y preparaba zumo.
-Erytheia!
A Él le gustaba que Ery lo secara despacio y que se la chuparla antes del café. Cuando se corría en su boca y ella se la dejaba limpia, se vestía, con su ayuda. Desayunaban juntos y mandaba a Erytheia a la ducha.
Ahora era Él quien elegía la ropa que Ery llevaría ese día. Pantalones ajustados, blusa abotonada, botines bajos y abrigo corto. Un pañuelo al cuello para proteger su garganta.
-Ponte en inspección. -le dijo al salir de la ducha. Y comprobó su depilación. -bien, buena perra.
Se iban juntos a trabajar, Él la dejaba a ella con la moto y le decía que pasaría a recogerla. En el trabajo a Ery se le pasaban las horas largas, a pesar de amar su profesión. Un mensaje de Él lo facilitaba todo... o lo complicaba en según que situación...
"Quítate las braguitas y masturbate sin correrte, después vete a la reunión que tienes y cuando salgas, lo vuelves a hacer"
Erytheia se quedaba a punto de caramelo, cachonda y sin poder correrse. Así pasaba la mañana, al borde del orgasmo.
Cuando llegaba la hora de salir, sus piernas chorreaban ansia.
Él la recogía en la moto, a veces iban de compras o al cine, a pasear si no hacía mucho frío... Pero, los días favoritos de Erytheia eran cuando iban directamente a casa. Como ese día. Ese día Él la llevó a casa rápido. Y empezó a desabotonar su blusa en el ascensor. Le besó los labios con fuerza, mordisqueando su lengua. Se agarró a ella y la alzó para meterla en casa. La tumbó en la cama. Le bajó los pantalones y entró con fuerza. Con ansia, sin preámbulos. Embistiendo.
Cuando la follaba así Erytheia no podía controlar su cuerpo, le venían espasmos de placer, se retorcía y queria correrse. Gritaba y Él la sujetaba mientras la follaba.
-Amo, por favor. Permitame correrme.
-No puta.
Él se corría dentro de ella. Después la llevaba a la bañera, dejándola cachonda. El agua calentita la esponja y Él sentado junto a ella. Ella lava las piernas de su Amo y su Amo se cuela con dos dedos dentro de ella.
-Ahora si te vas a correr.
Erytheia obedece, poca falta hace que su Amo la toque, está muy cachonda. Se corre en silencio, de forma profunda y larga.
Cuando se recupera Él la saca de la bañera, la seca y la pone a cuatro patas. Entra en su culo y se lo sodomiza.
Después le ordena ponerse unas braguitas e ir a hacer la cena.
Él se ducha, después cenan juntos, Él en el sofá, ella a sus pies.
A la hora de acostarse ella se lava bien, se acicala y se pone bonita para Él.
Él le hace el amor y se duerme agarrado a su cintura. Ella ya ha aprendido a no moverse mientras duerme, jamás querría deshacerse de sus brazos.
¡Soberbio relato!
ResponderEliminarGracias! !!
EliminarGracias! !!
Eliminar