Ese día estabamos cenando sin parar de bromear cuando el Amo me echó la primera mirada. A Andrés no le parecía respetuoso que yo chinchase a Carlos... con Silvia le importaba menos.
La segunda mirada me asustó del todo... pero estaba crecida y ya no fui capaz de parar. Un "Eres idiota" hizo que el Amo me pidiese que saliese del salón para hablar.
-Me parece genial que te lleves bien con mi amigo, es maravilloso pero te recuerdo que es un Amo, que le debes respeto y que eres mia. No me gusta ese juego, no me gusta que lo chinches y que seas irrespetuosa. Vas a acercarte a Carlos, le vas a pedir disculpa y le vas a pedir por favor que nos deje usar su rama y su habitación un rato.
-Amo por favor no, le prometo que no lo voy a hacer más.
-Creo haberte advertido más de una vez. no me hagas repetírtelo y ve.
Casi me muero de la vergüenza. Cuando entré en la habitación Silvia estaba haciéndole una mamada a Carlos arrodillada delante del sofá. Yo me quedé de pie, esperando a que me mirase.
-¿No te sientas?
-Carlos, quiero pedirte disculpas por mi actitud... y mi Amo me ha ordenado que te pregunte si nos dejarías un rato tu habitación y tu rama.
La cara de Carlos fue genial y Silvia incluso dejó de chupar para mirarme riéndose. Aunque un golpecito en la cara que Carlos le dio con su polla la hizo volver a la tarea.
-¡Andrés! - gritó Carlos.
Mi Amo apareció por la puerta.
-¿Nos vas a dejar mirar?
Casi me muero de la vergüenza cuando escuché a Carlos decir eso... Silvia me miró sonriente... perra...
-¿A ti que te parece Erytheia? - dijo mi Amo
-Me da vergüenza, Amo.
-Venga va, os dejo mirar.
Cuando llegamos a la habitación Carlos se sentó en la cama, y Silvia continuó con la mamada.
Yo me desnudé y me coloqué sobre los cojines.
-Uno, dos, tres... iba contando... soltando gemidos cortos como quejas suaves... con el 7 cayeron las primeras lágrimas, que Carlos lamió de mi cara.
Paró en el 20. Para entonces Silvia estaba montada encima de su Amo.
Mi Amo entró en mi culo y me folló con fuerza. Se corrió dentro y me colocó la joya anal para que no se saliese nada. Carlos, salió de Silvia para correrse en mis tetas que después ella lamió.
Nos bajamos y se sentaron en el sofá. A mi el Amo me indicó el rincón... y mientras ello, jugando con las tetas de Silvia, veían una peli... yo, que soy muy lista... miraba la pared.
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