Llevaban varios meses viéndose poco, a veces echar de menos es una
de las formas más fuertes de amar.
Se encontraron con la pasión de la distancia, de los cuerpos que
llevan meses llamándose, que se añoran.
Fueron a cenar a un restaurante nuevo, tapearon despacio,
saboreándose, buscandose en la mirada, en las palabras, recuperando el tiempo
perdido.
Él le habló de ese país que lo había retenido fuera, de los
proyectos, de planos y construcciones... el puente que uniría dos paises
vecinos.
Ella le habló de la nueva revista, de su amiga la que se iba a
vivir a Chile, de su posible ascenso...
Ambos se dijeron mil veces lo mucho que se habían echado de
menos.
-Me siento perdida sin usted.
-No me encuentro sin ti.
Fueron a casa, necesitaban la intimidad de sus cuatro paredes. Necesitaban revocar la tristeza.
Ella se arrodilló en el ascensor, necesitaba hacerlo, sentirse a sus pies. Él la agarró por el pelo, entró gateando, tras de él...
Pensó en cuanto quería saborear su polla, pero él no tenía la misma idea. La hizo ponerse de pie. La fue desnudando mientras la besaba, poco a poco. Se tumbó en la cama, le puso música y encendió la luz, el foco le daba directamente y se cohibió.
-¿Tanto tiempo sin vernos y ahora te avergüenzas de estar desnuda delante de mi? No te tapas pero buscas esconderte Ery.
-No Amo, pero hay tanta luz... el espejo...
-Quiero que te luzcas, quiero que bailes para mí.
Erytheia se quedó paralizada... se sentía tan tímida, llevaba tanto tiempo si bailar para él...
-Erytheia, ¿Tengo que darte un bofetón para que te espabiles?
-No Amo, perdón Amo.
Empezó a moverse, poco a poco, con la sensualidad que le iba saliendo cada vez. Bailó desnudar para él, una canción, dos... los ojos se clavaron en Su polla mientras se pajeaba.
-No Amo, pero hay tanta luz... el espejo...
-Quiero que te luzcas, quiero que bailes para mí.
Erytheia se quedó paralizada... se sentía tan tímida, llevaba tanto tiempo si bailar para él...
-Erytheia, ¿Tengo que darte un bofetón para que te espabiles?
-No Amo, perdón Amo.
Empezó a moverse, poco a poco, con la sensualidad que le iba saliendo cada vez. Bailó desnudar para él, una canción, dos... los ojos se clavaron en Su polla mientras se pajeaba.
-Ven aquí, a cuatro.
Se subió a la cama, como la perra que era.
-Abre la boca niña.
Por fin la tenia en su garganta. Necesitaba sentirla ¿Cómo podía gustarle tantísimo chuparse la?
Beber de Él.
Metía y sacaba Su polla rápido, a su antojo, usando la boca de Erytheia, que ya empezaba a babear.
-Levanta, rápido. Montame. Quieta perra.
Se la clavó hasta el fondo. Ella se quedó quieta. Èl lamió sus pezones y le puso unas pinzas.
-Ahora, muévete, yo te indico. Derecha, más rápido, izquierda, más lento, ambos, en círculo, si suelto, paras. ¿Entendido?
-Si, Amo.
Èl agarró la cadena que unía las pinzas y comenzó a dar tirones, a veces flojos, otras muy fuertes.
Ella se excito rápido, llevaba mucho tiempo queriendo esto.
-Perra, hoy no te vas a correr.
-Como mande, Amo.
-Pero yo, estoy apunto, ponte en cuatro quiero tu culo.
Se coloca y Èl la metió, solo con la lubricación de su coño... intentó que Èl no la oyese lloriquear.
Se corrió de forma abundante, tirando de su pelo y dándole azotes con la otra mano.
-Que no se salga hasta que te lo diga. Vamos a dormir un rato.
Èl se tumbó y la colocó ella con la cabeza en su pecho.
-Que ganas tenia de verte, niña.
-Y yo de volver a casa, Amo.
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