Aparece con unos boxers azules y una camiseta de rallas burdeos y azul. Es muy guapo, con el pelo mojado más... así de natural.
-¿Como va eso perrita?
-Bien Amo.
-Saldrá rico ¿No?
-Eso espero Señor...
Se puso a trastear por allí, a probar lo que estaba preparando y a probarme a mí también. Me besó y lamió, movió el dildo... ains es extraño como me molesta y me envía una descarga de placer por todo el cuerpo.
-Cuando quiera Señor, está todo listo.
-Pues vamos, que cuanto antes cenemos, antes te comeré a ti.
Saco las croquetas de puchero, las papas aliñás y los filetes. Sé que hoy viene con hambre y que tiene ganas de comida tradicional. Por extraño que pueda parecer cenamos tranquilos, sin juegos, Él en la mesa sentado, yo a sus pies. Él no para de acariciarme y a mí se me escapan sin querer ronroneos de placer.
-¿Te lo has comido todo peque?
-Si, Amo.
-En el centro de la cama, a cuatro patas, los hombros sobre el colchón, pon un cojín y apoya la cabeza. Quítate el tanga.
Me pongo de pie y me quito el tanga. Lo dejo sobre la silla, doblado y a cuatro patas voy hasta la habitación. Me coloco tal y como me ha ordenado. Tarda un rato, lo oigo trastear con los platos, imagino que recogiendo la cena. Cuando aparece no me giro, soy lo suficientemente lista. Me azota con la mano las nalgas, están completamente expuestas. Juega con el dildo y con un dedo juguetea con mi coño. Saca el dildo, me azota y entra en mi culo. Me folla el ano con fuerza, mientras juega con mi coño. Cuando está a punto de derramarse dentro de mí, saca la polla y me la pone en la boca. Chupo y me lo trago todo.
-Ahora te toca a ti. Bocarriba nena.
Me ata a la cama, brazos y tobillos. Pone un cojín bajo mi culo y me besa. Sale de la habitación, cuando vuelve lleva papel de cocina con algo dentro...
-Cierra los ojitos zorra y no te muevas
El hielo me recuerda a una de mis primeras sesiones con Él. Lo coloca en mi coño y quema, me excita, me humedece... Instintivamente trato de cerrar las piernas, pero no puedo, estoy atada, aún así me azota la cara interna de los muslos.
-Te he dicho que no te movieses zorrita.
-Perdón Amo.
-¿Frío?
-Sí Señor...
-Vamos a calentar eso anda. Mi perrita cocinera se lo merece, hoy lo has hecho muy bien.
De repente baja, me lame, me come succiona mi clítoris, lo frota con las manos.
-Señor, por favor...
-Córrete cuando quieras. córrete mucho.
Solo paró cuando se cansó, yo llevaba ya más de cinco y no podía más.
Me desató, me limpió con una toalla húmeda, se tumbó a mi lado, me besó y me rodeó con sus brazos.
-A dormir, es muy tarde. Sueña bonito pequeñita.
-Descanse mi Amo.
No me hizo falta más que su olor para dormir.
Es que no hacía falta nada más...
ResponderEliminarBesos Carnales.
La verdad es que Erytheia lo tiene todo... menuda envidia....
EliminarGracias por pasarte!
Es la primera vez que me paso por tu blog, me resulta interesante y nuevo todo lo que leo es como si me hubiese caído una venda de los ojos y descubriera un mundo nuevo donde las pasiones van de todos colores y sabores, es un grato placer conocer tu espacio seguro vuelvo por mas.
ResponderEliminarSoy una Gata conociendo nuevos callejones...¡Miauuuu!
Hola Gata Khisha muchísimas gracias por tus palabras y Bienvenida! Estás en tu casa.
ResponderEliminarUn beso!
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