miércoles, 15 de mayo de 2019

Nunca jamás de los jamases II

Dormir con pañales hizo la noche digamos que complicada... me sentía muy rara y me molestaba mucho el culo con la lija y todo... por suerte no tuve ganas de hacer pis en toda la noche, porque probablemente me habría aguantado hasta morirme y el Amo se habría enfadado muchísimo. Me desperté antes que Él porque me sentía súper incómoda y fui a preparar Su desayuno y Su ducha... Cuando se despertó y no me vio allí me llamó y fui corriendo.

-Buenos días Amo.

-Buenos días perrita cochina. ¿Qué hacías?

-Preparar Su desayuno Amo.

-Bien ¿Cómo está ese pañal? ¿Mojado?

-Creo que no Amo, no he sentido ganas de hacer pis en toda la noche.

-De mear

-No he sentido ganas de mear en toda la noche Amo.

-Eso.  Pues yo si tengo ganas, ven aquí.

Me acerqué dispuesta a abrir la boca, era algo que me daba mucho asco pero que a Él le gustaba hacer a veces.

-No perra, ahí no.

Entonces hizo algo que yo no esperaba para nada. Me sento delante de él, abrió el pañal por detrás lo justo para meter su polla y meó dentro de él... Sentí como empapaba mi culo y mi espalda, la lija y como el pañal se volvía pesado e incómodo.

-Ahora no tendrás que aguantarte las ganas, ya está sucio.  Traéme el café que tenemos muchas cosas que hacer. Tú puedes desayunar leche sola, las niñas cochinas no beben café. Mejor pensado, trae todo el desayuno a la cama.

-Si Amo, gracias Amo.

Desayunamos en la cama, yo me sentía incómoda, me hizo beber mucho líquido de nuevo comer fruta todo lo que generalmente le preocupaba pero en mayor cantidad.

-Me voy a la ducha, tu puedes ir recogiendo la casa que tenemos planes y no vamos a volver hasta la noche.

¿Planes? ¿Planes con pañales puestos??? Yo que ya me había hecho a la idea de que por ser finde me iba a librar de salir con ellos hasta que me hubiese acostumbrado un poco...

-Erytheia, y ve pensando ya en hacer pis porque te tienes que duchar y no vas a hacerlo hasta que mees... pobre de ti si llegamos tarde.

-Si Amo. ¿Puedo beber agua para ayudarme? 

-En el cuenco.

-Si Amo.

Fui a la cocina y llené mi cuenco de perra de agua, en el suelo me puse a beber a cuatro patas. Hacer esto sabiendo que Él no miraba me hacía sentir aun más de su propiedad.  Me obligué a beberlo entero a ver si así me entraban ganas de hacer pis, creo que de la incomodidad y los nervios mi cuerpo se resistía.  Después me puse a recoger las cosas del desayuno y a dejar la casa limpia.

Cuando Él salió de la ducha me llamó para vestirlo. Había elegido una camisa gris y unos vaqueros claros con zapatos y chaqueta negra.

-¿Has meado?

-No, Amo... no puedo.

-Erytheia quiero que mees.

Hice todos los esfuerzos que pude. Al final me agarró los brazos y me hizo cosquillas. En serio, que tu Amo te haga cosquillas es casi peor que que te azote, porque mi cuerpo reacciona dando patadas y eso no puede acabar bien. Estuvo un rato y de repente, me meé.

-Amo, me he hecho pis.

-Creo que eso no es lo que tienes que decir.

-Amo ¿Me cambiaría el pañal por favor?  Soy una nena cochina que no sabe controlar su pis.

-Bien, así si.

Me dio la mano y puso unas toallas en la cama. Allí me tumbó y me levantó las piernas. Abrió el pañal y me dijo:

-Que mal huele aquí Erytheia, eres una nena muy cochina.

Se me saltaron las lágrimas de pura vergüenza.

-Si Amo, soy una nena cochina.

Me dio un par de azotes y me dijo:

-A la ducha, cuando salgas me avisas para ponerte el pañal y vestirte.

-Si, Amo.

Cuando salí de la ducha fui a buscar al Amo desnuda. Me volvió a tumbar en el mismo sitio. Allí me puso crema con mentol en el culo y el plug, después volvió a colocar la lija y entonces, me puso los pañales, aunque los puso ladeados y me molestaban. Después me puso un vestido rojo cortito y unos tacones del mismo color. Me mandó hacerme una coleta y me dijo como maquillarme.
Después de un rato yo estaba especialmente incómoda y antes de salir se lo dije.

-Amo, el pañal está ladeado y se me clava.  ¿Me lo podría poner bien?

-¿No te gusta como hago las cosas perra?

-Si Amo solo que...

-Nada, espero no verte tocar donde no debes. Coge un bolso y echa un par de pañales y toallitas húmedas que nos vamos.

-Si Amo.

Salimos de casa andando, to sentía como los pañales se me clavaban y como hacían ruido a mi paso, quería rascarme,  ponermelos bien y que me tragase la tierra, aunque el sonido creo que solo lo escuchaba yo. Él me llevaba de la mano y me besaba a veces, me decía lo guapa que estaba. En un semáforo paramos e intenté moviendo las caderas, que se recolocasen, aunque estaba apretadisimo.

-Shh, no nena, quietecita.

-Perdón Amo.

-¿Te molesta?

-Si, Amo.

-Mejor, así aprendes más rápido.  Cuando estén sucios los cambiaré.

-Amo ¿Puedo saber a donde vamos?

-No. Si quisiera que lo supieses, ya te lo habría dicho ¿No crees? Tu solo tienes que saber ser obediente.

-Si Amo.

Cuando vi a sus amigos en la puerta del local quise morirme, todos allí,  con sus sumisas (que eran mis amigas tambien) y yo con pañales. Justo en ese momento me quedé paralizada y, lo que es peor, me hice pis.