jueves, 25 de febrero de 2016

Erytheia y el sémen

La primera vez que Erytheia se metió una polla en la boca se sorprendió por la dureza que tenía. Sí, imaginaba que debía estar muy dura, pero esperaba un poco de carne blanda sobre la dureza... También se sorprendió de su sabor... "es piel... pero no sabe como un brazo, o como una cara cuando das un beso" pensaba, porque Erytheia es muy dada a reflexionar en situaciones inapropiadas. Sin embargo le cogió el gusto, pero paró cuando vinieron las primeras gotas de líquido preseminal. No le gustó el sabor. Esa fue su primera experiencia,  corta y extraña.

Cuando conoció a Andrés, Erytheia nunca había tragado sémen, pensaba que gustándole tan poco el líquido preseminal, el sémen le resultaría repulsivo. Pero claro, Andrés era su Amo y Él no iba a permitir que ella quitase la cara cuando Él se fuera a correr, por eso, la primera vez que Erytheia se vio arrodillada ante la polla de su Amo sintió miedo. ¿Le gustaría a Él como la chupaba? ¿Sería capaz de tragar el sémen?  Decidió que lo mejor era no pensar, al final el resultado sería, seguro, el mismo.

Él le dijo: "Abre la boquita" entre cariñoso y juguetón, conociendo los miedos de ella y a la vez excitado sabiendo que ella estaba insegura y aún así quería hacerlo por Él

Ella obedeció y él no tardó ni un minuto en introducirla en su boca, la dejó jugar con su lengua, viendo como se desenvolvía.  Erytheia se sintió diferente, le gustaba tenerla en su boca y le gustaba aún más cuando Él gemía, indicándole que le gustaba.  Continuó, cada vez más entusiasmada, sintiendo como palpitaba en su boca y de repente, comenzó a notar como su boca se llenaba de un líquido que fue tragando poco a poco, no le recordaba a ningún otro sabor, era completamente diferente,  pero, a pesar de sus expectativas aspiró buscando más, limpiando la polla de su Amo para no dejar ni una gota. Cuando acabaron Él la apoyó sobre su pierna, mientras descansaba sentado en el sofá y le acariciaba la cabeza. 

-Dime nena ¿Qué te ha parecido?
-Saladito Señor. 

Desde entonces, Erytheia prefiere lo salado. 

jueves, 11 de febrero de 2016

Su puta.

-Perra, así no, desnúdate despacio, sé sensual. 
-Si, Amo. 

Él estaba tumbado en la cama, en calzoncillos, con un trozo de chocolate con almendras en una mano y un trozo de chocolate blanco en la otra. 

Yo acababa de volver de una cena de trabajo, falda negra, camisa blanca, chaqueta, tacones negros, medias sobrias, pelo recogido en un moño y labios rojos. 

Me solté el pelo. Despacio, moviendo la cabeza a ambos lados, tranquila. Él puso música. Creo que en ese instante me puse colorada, odio los strip-tease (se escribe así).  Bailaba avergonzada, pero me fui soltando poco a poco. La chaqueta cayó después, mientras movía las caderas y bajé la falda. Ahí me recreé más, me gustaba mi imagen con camisa, medias y tacones. La camisa fue abriéndose botón a botón y levanté los brazos para dejarla caer. Mientras revolvía mi pelo y movía mi cabeza a los lados. Contoneaba las caderas cuando me deshice del sujetador. 

-Para. El resto te lo voy a arrancar a mordiscos. Pero ahora no, ahora ven y chupa, que mira lo  que has hecho, puta. -Dijo mientras señalaba su ereccion. 

Me acerqué a cuatro patas, subiendo a la cama y metí la cabeza entre sus piernas. Primero le quité los calzoncillos con los dientes y cuando conseguí sacar su polla comencé a lamer la despacio. Él seguía con el chocolate y de vez en cuando lo pasaba por mi cara, llenandome de churretes. Me agarró la cabeza cuando acabó el chocolate para follarme a gusto la boca. Cogiendo me por el pelo y ahogándome. Llegado el momento, se empezó a correr en mi boca y mientras lo hacía, sacó la polla, llenando mi pelo, mi cara y mis tetas. 

-Anda que no eres guarra, mira como te has puesto.

Me colocó sobre sus rodillas. Comenzó a darme azotes, no eran muy fuertes. 

-No quiero una perra sucia. 

Se reía divertido mientras yo soltaba pequeños quejidos. 

-Vamos al baño perra.

Me cogio en volandas, como si no pesas nada, y me metió en la ducha, abrió el grifo y puso mi cabeza debajo, pegada  casi al desagüe, de esa manera solo mi cabeza se mojaba. Se colocó detrás de mí y entró en mi culo, lubricados solo con un  poco de saliva para que no le doliente a Él. 


Se corrió y cerró el grifo. Con una toalla me envolvió y me abrazó, secándose el pelo y la cara. 

-¿Cómo estás pequeña?
-Cachonda Amo.
-Mmmm pequeña zorra ¿Qué voy a hacer contigo?

Sentada en su regazo, apoyando la cabeza en su hombro, entro con sus dedos en lo más profundo de mí y comenzó a moverlos. 

Me dijo que me corriese al oído y yo nunca querría desobedecerlo.


sábado, 6 de febrero de 2016

Caperucita

Para Erytheia el carnaval implicaba reencontrarse con su tierra, con sus raíces. Este año era especial, venía con ella su Amo, por primera vez iban a estar juntos el sábado de carnaval. Extrañamente además,  había decidido disfazarse.

Erytheia estaba en el baño, retocando su maquillaje cuando apareció Él, con un disfraz de Lobo que no le hacía justicia. Su perrita, se colocó la caperuza roja mirándolo asombrada, no sabía si era más asombroso que hubiese cedido a disfrazarse o que le pusiese tan cachonda un disfraz.

Salieron a la calle, habían quedado con las amigas de Erytheia que cuando los vieron comenzaron a reírse. 

-La única diferencia que hay entre Caperucita y Erytheia es que la del cuento se metía en la boca del lobo y Ery prefiere meterse la polla del lobo en la boca!!!

-Qué zorras que sois. ¿A donde vamos? 

Andrés charlaba con las parejas de sus amigas mientras ellas reían. Pero siempre tenía un ojo puesto en su caperucita.
Dieron una vuelta, escucharon varias agrupaciones y bebieron bastante. A Erytheia Andrés le cerró pronto el grifo, no entraba en los planes de la noche llevar a Caperucita en brazos por no tenerse en pie. 

Sobre las cuatro comenzaron a despedirse, el ambiente comenzaba a ponerse feo y ninguno quiso quedarse en la calle. Cuando llegaron a casa Andrés pidió a Erytheia que se colocas en posición tal y como estaba. Él entró en el baño y volvió sin el disfraz, desnudo, con la verdadera piel de Lobo que Erytheia conocía.

-Decían tus amigas algo de que tu querías chuparsela al Lobo ¿No? Pues venga, Caperucita, que estoy generoso.

-Lobo que polla tan grande tiene!

-Para ahogarte mejor putita.

Lo que comenzó siendo una mamada tranquila acabó siendo una follada de boca en toda regla.

Cuando se hartó, Andrés colocó a su Caperucita particular a cuatro patas sobre la cama, rasgó su tanga y entró en su culo, la follaba  con fuerza mientras azotaba sus nalgas y pellizcaba sus pezones de forma alternativa. Hasta que se corrió dentro de ella.

Ahora zorrita te vas a poner de rodillas sobre la cama, vas a abrir las piernas y vas a frotar tu coño de guarra hasta correrte.

A Erytheia esa orden le hizo agua el coño, si es que podía estar más mojado de lo que ya estaba. Se frotó continuamente, mientras Él fotografiaba a esa Caperucita tan poco infantil. Cuando se corrió agradeció a su Amo y sintió como papelillos y serpentinas caían a su alrededor en una explosión de placer.

-Gracias Amo, gracias.
-Ahora mi niña, espera un momento que te llevo al baño y vamos a dormir.

No dio tiempo, cuando el Amo volvió de dejar la cámara en su sitio, Caperucita estaba dormida sobre la cama.