martes, 29 de marzo de 2016

Rutina

Ella siempre lo escuchaba llegar cuando se quedaba en casa a dormir, y salía a correr cuando amanecía. En su remolonear sentía como entraba en la habitación, se sentaba en la cama y le daba un beso.

-Erytheia, despierta.
-cinco minutos más Amo, porfi.
-Vamos arriba Erytheia.

Ella se levantaba e iba a poner la cafetera. Después, mientras Él se duchaba, le preparaba la ropa y hacía tostadas, cortaba fruta y preparaba zumo.

-Erytheia!

A Él le gustaba que Ery lo secara  despacio y que se la chuparla antes del café. Cuando se corría en su boca y ella se la dejaba limpia, se vestía, con su ayuda. Desayunaban juntos y mandaba a Erytheia a la ducha.

Ahora era Él quien elegía la ropa que Ery llevaría ese día. Pantalones ajustados, blusa abotonada, botines bajos y abrigo corto. Un pañuelo al cuello para proteger su garganta.

-Ponte en inspección. -le dijo al salir de la ducha.  Y comprobó su depilación. -bien, buena perra. 

Se iban juntos a trabajar, Él la dejaba a ella con la moto y le decía que pasaría a recogerla. En el trabajo a Ery se le pasaban las horas largas, a pesar de amar su profesión.  Un mensaje  de Él lo facilitaba todo... o lo complicaba en según que situación...

"Quítate las braguitas y masturbate sin correrte, después vete a la reunión que tienes y cuando salgas, lo vuelves a hacer"

Erytheia se quedaba a punto de caramelo, cachonda y sin poder correrse. Así pasaba la mañana, al borde del orgasmo.

Cuando llegaba la hora de salir,  sus piernas chorreaban ansia.

Él la recogía  en la moto,  a veces iban de compras o al cine, a pasear si no hacía mucho frío... Pero, los días favoritos de Erytheia eran cuando  iban directamente a casa. Como ese día.  Ese día Él la llevó a casa rápido. Y empezó a desabotonar su blusa en el ascensor. Le besó los labios con fuerza, mordisqueando su lengua. Se agarró a ella y la alzó para meterla en casa. La tumbó en la cama.  Le bajó los pantalones y entró con fuerza. Con ansia, sin preámbulos.  Embistiendo.

Cuando la follaba así Erytheia no podía controlar su cuerpo, le venían espasmos de placer, se retorcía y queria correrse. Gritaba y Él la sujetaba mientras la follaba.

-Amo, por favor. Permitame correrme.
-No puta.

Él se corría dentro de ella. Después la llevaba a la bañera, dejándola cachonda.  El agua calentita la esponja y Él sentado junto a ella. Ella lava las piernas de su Amo y su Amo se cuela con dos dedos dentro de ella.

-Ahora si te vas a correr.

Erytheia obedece, poca falta hace que su Amo la toque, está muy cachonda. Se corre en silencio, de forma profunda y larga.  

Cuando se recupera Él la saca de la bañera, la seca y la pone a cuatro patas. Entra en su culo y se lo sodomiza.

Después le ordena ponerse unas braguitas e ir a hacer la cena.

Él se ducha, después cenan juntos, Él en el sofá, ella a sus pies.

A la hora de acostarse ella se lava bien, se acicala  y se pone bonita para Él.

Él le hace el amor y se duerme agarrado a su cintura. Ella ya ha aprendido a no moverse mientras duerme, jamás querría deshacerse de sus brazos.

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