-Amo. ¿Me deja jugar un poco con su espalda? Prometo mimarle muuuucho.
-¿Vas a ser mala?
-Yo no soy mala, mi Señor... quizás un poco traviesa, pero mala nunca.
-De acuerdo, solo un ratito.
-Bién!Túmbese en ahí, que he puesto esa sábana para no manchar. Así ¿Está comodo Amo? Perfecto. ¿Sabe lo que es la chocolaterapia? Pues yo le voy a dar un masaje con nutella, que seguro que no tiene nada que ver pero es más rico.
-Usa las tetas.
-Si Señor.
Yo masajeaba su cuerpo con el mío, repartiendo bien la nutella... dando a ratos lenguetazos por su cuerpo, centrando mis dedos en sus cervicales cansadas de trabajar y mis pechos en toda su espalda. Él tumbado en el cesped de su casa y yo sobre él, ambos desnudos... aproveché para bajar a sus nalgas y jugar con su culo, cosa que a Él le encanta.
Conseguí excitarlo, porque llegado el momento se tumbó bocarriba.
-Come perrita. - dijo cuando hundó su polla en nutella... ahí solo usé la lengua. Él mientras daba lametones a mis pechos bañados en chocolate. Se corrió y de un azote me mandó a la ducha. Yo contoneaba en el camino mi culo, sabiendo que eso se la pone dura. Nos metimos en la ducha juntos, yo lo lavé a Él, Él me lavó a mí. Trabajo en equipo. Me llevó a la cama aún mojada y me tumbó bocarriba, con bastante delicadeza entró en mi cuerpo y me folló muuuuuy lentamente... a veces lo hacía porque sabía que para mí era imposible correrme de esa manera. Continuó poco a poco, pero de pronto embistió con fuerza y aceleró el ritmo de forma desenfrenada. Nos corrimos juntos, extasiados, abrazados, mojados y dulces.
Nos dormimos entrelazados
Que no hay nada más bonito que no saber donde acaba su cuerpo y donde empieza el mío... al final, ambos son de su propiedad.
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