jueves, 7 de abril de 2016

Aprendiendo a cuidarse.

Erytheia llevaba unos días pachucha, rara y tristona... ella pensaba que era hormonal y no le daba mucha importancia, pero su Amo Sí se preocupaba, Él sabía que algo no iba bien. Le insistió en que se cuidara y se abrigara al salir.

Sin embargo, como siempre, Erytheia no hizo caso y el fin de semana se fue con una amigas a comer, cogió frío  y bebió y comió demasiado.

El domingo, cuando se levantó vomitó un par de veces,  debido probablemente a que al llegar a casa no era capaz de mantenerse derecha.

Andrés había dicho que iría a comer a su casa, cuando llegó se la encontró en el baño, en braguitas y con mucho dolor de tripa. Se enfadó mucho al verla así,  ella sabia que tenía que cuidarse como propiedad de Él que era.

-¿Qué ha pasado Ery?
-No me cuidé  Amo.
-¿demasiado alcohol o demasiada comida?
-Las dos Amo. -A Erytheia solo le faltaba bajar  las orejitas para ser una perilla arrepentida.

- Vete a la cama Anda.

Andrés puso un calefactor en la habitación. "La casa helada y ella en braguitas... encima!"

Erytheia se tumbó de lado, mientras Él la tapaba con una manta.

-Cuando estés buena, te vas a enterar. Ahora vengo.

-No se vaya Amo, porfi.

-Shhh. He dicho que ahora vengo.

Cuando volvió y Erytheia vio lo  que traía en la mano no pudo más que encogerse y cerrar los ojos fuerte, como si con ello pudiese desaparecer.

Andrés se sentó y colocó a Erytheia sobre su regazo.

-¿Vas a ser buena?
-Sí Amo.
-Pues venga, abrete las nalgas sola, que  yo vea que colaboras.
-¿Sin lubricante Amo?
-¿Tu crees que te lo mereces?
-No Amo.
-Venga.

Erytheia sintió el termómetro entrando frío dentro de su culo, era enorme y le dolía horrores, pero ella ya sabía lo poco que le gustaba al Amo oírla quejarse cuando se lo merecía; y hoy estaba muy enfadado.

Lo dejo un rsto dentro, hasta que dio la temperatura y lo sacó.

-Bien,  no tienes fiebre. -le dijo mientras colocaba la goma del enema.
-Amo porfi, no lo voy a hacer más, de verdad. Eso no.
-Esto no es tu castigo Erytheia, el castigo vendrá luego, esto es para limpiarte y que no te duela. Lo hago por tu bien.
-Gracias Amo. - dijo ella un poco a regañadientes...

Su estómago se comenzó a hinchar y ella a sentirse peor. Cuando lo tuvo bien dentro el Amo le colocó un plug para que nada saliese. La dejó sobre su regazo mientras encendía la tele y se relajaba.
Erytheia sentía que no aguantaría mucho tiempo, temía que saliese todo mientras ella estaba sobre el Amo.

-Amo, no me aguanto más.
-Calla perrita, estoy viendo la tele.
-Pero Amo, porfi...

Un azote seco en el culo la calló durante un rato.
-Sé buena.

Un tercer comentario hizo que Erytheia acabase con una mordaza y varios azotes bien repartidos por su culo. 

Cuando pasó el tiempo estimulado Andrés se levantó con ella en brazos y la colocó en el water.

-Aguanta que te quite el plug.

Erytheia asintió

Cuando se sentó en el water lo expulsó todo, cerrando los ojos, de la vergüenza de que Él estuviese mirando. Pero Él le ordenó mirarlo... y ella obedeció.

Le quitó la mordaza.

-¿Has acabado?
-Creo que si Amo.
-Ahora te voy a bañar y vas a ser buena. ¿Entendido?
-Sí Amo.
Se colocó a cuatro patas en la ducha, Él la lavó como a una perrilla. Después llenó la bañera y entró junto a ella. Estaba cansada. La secó y le llevó a la habitación.

Tumbada bocabajo entró en su culo, aprovechando que estaba limpia y abierta. Aún así Erytheia dejó escapar un par de quejidos en las embestidas más fuertes.

La dejó dormida, con su leche escapando de entre las nalgas.

Cuando Erytheia despertó Él esperaba con una manzanilla. Su culo estaba limpio, Él le había quitado la leche con toallitas húmedas después de hacer un par de fotos.

-¿Cómo estás?
-Bien Amo.
-Bébete eso que tenemos que zanjar el asuntillo.
Erytheia dio dos sorbos largos a la manzanilla... odiaba su sabor.

-De momento y hasta nuevo aviso prohibidas braguitas,  chucherías, comida rápida y alcohol.  La próxima vez que te llamen tus amigas me llamas a mí antes de quedar.  ¿He sido claro?

-Sí Amo.

-Bien ¿Has acabado?

-Sí Amo.

-Ponte en cuatro sobre la cama. Ahora voy a hablar con tu culo para que se te grabe bien.

La rama no da descanso, a Erytheia no se le iban a olvidar... Lloró mucho mientras. Sentía que nunca iba a acabar, que no aguantaría, pero al final, lo logró. Sintió como guardaba la rama.

La cogió entre sus brazos y la meció.

-Perdón Amo.

-Shhh ya esta pequeña.


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