miércoles, 1 de abril de 2015

A la ducha!

Abro los ojos, he dormido profundamente al menos nueve horas... claro que con la noche de ayer... como para no. Mi Señor no está, normalmente sale a correr cada mañana muy temprano, así que si no ha vuelto debe ser más temprano de lo que yo pensaba... Miro el despertador ¿7.15? Es casi de noche... me doy media vuelta y me decido a remolonear un poco, sé que cuando llegue, mi Amo no me dejará dormir mucho más...

Me he vuelto a dormir, habrá pasado media hora como mucho... escucho la llave y me giro, me hago la dormida. Él entra en la habitación, se sube a la cama, lo siento cerca. Lame mi cuello, me quedo quieta... me muerde, suave... aprieto la mano.

-Buenos días perrita. Venga, levanta... a la ducha.

Sigo haciéndome la dormida. Me gira hasta ponerme boca arriba, pero yo mantengo los ojos cerrados... me dejo hacer... ahora lame mi ombligo... va subiendo, va bajando... y de repente noto un pellizco en uno de mis pezones. Me coge de imprevisto y abro los ojos.

-Mala actriz... perrita traviesa... a la ducha.

Me levanto y lo sigo...

-¿Cómo ha sabido...?
-La respiración, cierras el puño... soy tu Amo, te conozco ¿O crees que soy tonto?
-Nunca, Amo, nunca.
Un azote seco en la nalga derecha... pica... voy a llevar la mano a mi culo.
-Ni se te ocurra. - me detengo
Entramos en el baño y con un gesto me indica que lo desnude. Sé como debo hacerlo, sin tocar su cuerpo directamente, es algo que me encanta hacer y mi Amo también lo disfruta. Empiezo por arriba, sacando su camiseta, bajo a los zapatos y los calcetines; de rodillas beso sus pies y comienzo  a bajar el pantalón. Desnudo su polla queda a la altura de mi cara.
-Saca la lengua.
Su polla recorre mi lengua, la lamo...
-Por favor, Amo. ¿Puedo metermela en la boca?
-Bueno... de acuerdo.
Se la chupo con ansia, antes me costaba admitirlo pero ahora ya no me importa reconocer que me encanta comérsela. La siento palpitar, hinchada, se va a correr.
-¿Quieres desayunar perrita?
-Asiento sin dejar de lamer.
-Trágatelo todo.

Lo hago, con ganas y después lamo hasta dejarla reluciente, no quedan restos de semen.
-Su polla está limpia Señor.
-Buena chica.
Entra en la ducha y me invita a entrar con Él. Me arrodillo y me cae el agua encima, me lava la cabeza y vuelve a caerme el agua para aclarar. Agarrándome la mano me pone en pie. Me indica que abra las piernas y deje los brazos en cruz. Me lava todo el cuerpo, de arriba a abajo, con mimo, cada caricia de sus manos llenas de jabón me excita... pellizca con disimulo mis pezones, los lame, los muerde. Ahora es Él quien se arrodilla y se dedica por entero a mi (SU) coño. Lo conoce bien, y sabe como arrancarme el primer gemido pronto, muy pronto. Me lame, me muerde el clítoris, me absorbe... yo me revuelvo... su lengua me está volviendo loca.
-Por favor Amo... permita a esta perra correrse.
-¿Ya?
-Por favor...
-Venga nena, dámelo todo.
Exploté, perdí el equilibrio, Él me sujetó cuando me fallaron las piernas... fue colosal.
Cuando me recuperé me volvió a lavar...

-Anda perrita vete a poner la cafetera, que contigo en la ducha me distraigo y tenemos mucho que hacer.

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