miércoles, 15 de abril de 2015

Madrugada.

No había amanecido, cuando lo escuché dar vueltas en la cama. Al principio suave, un beso en los labios, un dedo que bajaba por mi canalillo, un arañazo en mi costilla, pero pronto comenzó a despertarme con más ansia. Mi Señor quería hacer uso de mi cuerpo. 
-Despierta, perra.
Abrí los ojos soñolienta.
-Estoy despierta Amo. 

Rió mientras mordía mis labios, apartando el pelo de mi cara. Me sujetó por las axilas y me bajó de la cama, arrodillándome a un lado. Su polla entró en mi boca de golpe, provocando una pequeña arcada que intenté controlar lo más elegantemente posible. Comencé a chupar despacio, pero estaba cansada y debo admitir que no ha sido de mis mejores mamadas. Sacó la polla de mi boca y me dio un pequeño bofetón. 

-Vamos, Erytheia, sabes hacerlo mucho mejor. 
-Perdón, Amo. 
Volví a introducir la polla en mi boca, mientras lamía y la tragaba hasta el final. Con las manos masajeaba sus huevos. 

Cuando pensaba que iba a correrse volvió a subirme a la cama y tumbándose me dijo:
-Monta perrita, puedes moverte como quieres, pero si te doy en el muslo izquierdo debes ir más rápido y si te doy en el derecho, más lento. Espero que me hagas correrme pronto. 

 Comencé a moverme, los golpecitos en mi pierna izquierda aumentaban mi ritmo. Movimientos circulares y profundos. Él solo soltaba mis pezones para golpear mis muslos. Comencé a excitarme. a gemir con fuerza, cerré los ojos. Era una postura que siempre me daba vergüenza. Gemía, suspiraba y me movía con mayor brusquedad, intentando clavarla hasta el fondo y a la vez darle el mayor placer posible. 

-Perrita, no te puedes correr antes que yo. 
-Por favor Amo.
-No, cuando sientas mi leche, te puedes dejar ir. 

Agarrandome me giró y me tumbó sobre la cama, embistiendo su polla dentro de mí. Marcó el ritmo Él, mientras me besaba y arañaba. Mordía mi boca, con las manos apretaba mis pezones. 

-Ahora nena, Ahora! 

Un gruñido, sentí su leche y me corrí, de forma inminente. Volcó su leche dentro de mí mientras un escalofrío de placer recorría mi cuerpo.

 Apoyó su cabeza contra mí y se quedó dormido. Sin querer despertarlo, yo también traté de recuperar el sueño.

6 comentarios:

  1. Hola Azul... Llego desde la casa del Lobo... :)
    Con tu permiso te sigo y me quedo...
    Un relato intenso... y a la vez cargado de esa dulzura que siempre veo entre un Amo y su sumisa... Enhorabuena por tus letras y por este rincón.
    Besinos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estás en tu casa, esta falda es de todos. Yo encantada de que esté aquí una persona a la que admiro tanto. En silencio yo también te sigo : )

      muchisimas gracias por tus palabras. Bienvenida.

      Un beso grande!

      Eliminar
  2. Saludos
    Yo vengo desde la guarida del Sr. Lobo, buen relato, me gusta tu casa, pasare por aquí a visitarte,
    Lindo día!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas!! Menudo favor me ha hecho el Sr Lobo. Bienvenida. Esta falda es tuya para lo que quieras. Y yo encantadisima con tu visita.

      Muchísimas gracias por tus palabras.

      Un beso.

      Eliminar
  3. Hola! Espero tratar de escribir bien después de leerte!!!! Estoy sudando....jajaj...
    Muy Bello y tierno Azul.
    Me encanto pasar por tu casa!!
    Enamorone.

    ResponderEliminar
  4. Bienvenida! mi casa tu casa.

    Muchas gracias por leerme

    Yo encantada de tenerte aquí.

    ResponderEliminar