jueves, 27 de agosto de 2015

De apuestas y justicia...

Nos habíamos quedado dormidos después de comer, Él cansado de trabajar... yo, más afortunada, de hacer largos en la piscina. Bocabajo, desnuda, comencé a notar unos dedos masajear mi cuello, dejé escapar un sonido gutural de puro placer... bajó por la espalda, olía a fresa y supe que era el lubricante que yo había comprado un par de semanas antes. Hacía círculos a lo largo de mi columna, si se acercaba mucho a las caderas me hacía cosquillas y se me escapaba alguna risita, recién levantada y me estaba relajando tanto que podría haber vuelto a dormirme.
Cuando llegó a mi culo se afanó en amasarlo. Llegado el momento, como me imaginaba lo sentí acercarse a mi ano... haciendo círculos con los dedos. Introdujo uno, después fue añadiendo más, hasta tres. Al final lo noté apoyar su polla y comenzar a entrar dentro de mí. Bombeaba sujeto a mis caderas, salvaje, mordiendo mi espalda, tirando de mis pezones, estimulando mi clítoris con sus dedos.

-No tienes permiso para correrte perra.

Aguanté mis gemidos, la excitación iba a más, Él azotaba mi culo y dado el momento se derramó dentro de mí.

Salió y se la limpié con la lengua. Fuimos a la ducha, Él me lavó a mí y yo lo serví a Él mientras se duchaba. Sacó mi vestido amarillo y me lo dió, me recogí el pelo en una cola alta. Se vistió y antes de salir; colocó un dildo en mi ano y un vibrador con control remoto en mi coño.

Paró en un centro comercial.

-Hace mucho que no vamos a la bolera. ¿Nos jugamos algo para que sea más divertido? Mismas reglas que en el billar.
-Vale, Amo.

Las reglas eran simples, ambos podemos desconcentrar a nuestro contrincante, la única diferencia es que yo a Él no lo puedo tocar y Él a mí sí.

-Vamos a hacerlo así. Si gano yo, esta noche cera y no te corres en dos semanas. Si ganas tú te corres como quieras y la próxima vez que cometas una falta tú elegirás tu propio castigo, sin restricciones.
-¿Trato?
-¿Dos semanas no es mucho?
-¿Lo tomas o te rindes?. - (Rendirse es considerado perder)
-Lo tomo.

La primera vez solo tiró uno. Yo tres. La segunda hizo pleno y mientras Él celebraba su victoria yo tiré y también lo logré. A la siguiente activó el vibrador y no di una, Él había tirado la mitad. Al final quedamos empate. Nunca nos había ocurrido.

-Haremos una cosa, tú eliges medio premio y sufres ambos castigos.

-Ha sido empate, no es justo.

-¿Y quién ha dicho que tenga que ser justo?

-De acuerdo Amo. Elijo correrme como quiera, si voy a estar dos semanas por lo menos quiero disfrutarlo hoy.

-Bueno. Vamos a cenar y luego eliges como correrte.

Cenamos en un bar de tapas dentro del mismo centro comercial. Compramos un helado para el camino y tal y como entramos por la puerta de casa me desnudé.

-Tienes ganas eh zorrita...
-Muchas Amo.
-¿Qué eliges?
-A cuatro patas, como un perra.
-Menuda guarra estás hecha.

Probablemente sean dos semanas muy duras... pero fue BRUTAL.
 

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