Es de noche en mi ciudad natal. Unos días con la familia relajan a cualquiera... Mi Amo me aprieta la mano mientras paseamos, llegamos a la playa, el mar de noche ruge diferente... en su chocar contra las rocas se destila pasión; quizás por eso el mar está caliente de noche. La arena se pega a mis pies, húmeda y fría. Me sujeta por la cintura y nos alejamos de las farolas. En la oscuridad me besa.
La luna y el faro. Señalas al cielo.
-Aficionada... -dices con desdén.- tú, perrita mía, si que eres la luna que ilumina mis noches.
Yo sonrío y me sonrojo mientras pienso que lo entiendo, que usted es mi faro, mi guía, mi luz.
Me desnuda bajo la mirada de las estrellas. Deja que mi ropa caiga sobre la arena y besa cada trozo de mi piel que va descubriendo.
-Te quiero inerte, perrita. Déjate llevar, no te muevas, no hagas ruido.
Clavada en mi posición veo como se desnudas, su polla erecta aparece en escena y mi mente vuela. Me acaricia el pecho, lo pellizca... pasa una uña por mi costado, por ese punto exacto en el que todo mi cuerpo se estremece.
-Ahora, mi niña, te voy a tumbar en la arena y te voy a tomar. -dice mientras me agarra y me coloca boca arriba.
Me folla como le apetece, porque soy suya y siento ternura en cada embestida salvaje de su cuerpo contra el mío. Me excita su posesión de mi cuerpo, me excita verle sobre mí y sobretodo me excita sentirle tan dentro de mí. Lo miro a los ojos, busco su autorizaciòn. Me niega con la cabeza y sigue follándome, soy suya.
Repito la acciòn y en mi oido, un susurro ronco.
-Ahora sí, nena, còrrete conmigo.
Explotamos juntos, la luna me mira sorprendida, el faro anda desorientado.
-Te quiero Erytheia.
Todos a la playa!
ResponderEliminarPrecioso relato
:)
mejor dejen la playa solita... ; )
EliminarGraciassss