sábado, 30 de mayo de 2015

Con la U de Universo.

Vuelo, estoy segura de ser capaz de volar. Llevo una falda que con un soplido se levanta, una camiseta de tirantes finos, básica... Hace viento por el camino del río y yo me muero de calor con su mano rozando mi culo. Caminamos hasta una terraza en la azotea de un hotel; la torre de la catedral de primer plano.

-Pongame un gyn tonic y un mojito para la señorita. - dice mi Amo con una sonrisa.- ¿Tiene fruto secos? Ponga unos cuantos también... ¿eso son gominolas? Unas pocas también.

Nos sentamos en una mesa baja, intento sentarme sin que se me vea absolutamente todo, mi Amo se ríe mientras da un sorbo a su copa...

-No te esfuerces, tienes un coñito precioso perrita. Te he pedido gominolas, pero no te pases que después no querrás cenar.

-Gracias Amo.

Estamos muy juntos y en una zona apartada, mirando hacia la torre de la catedral que se impone esbelta. Unos dedos suben por mi muslo, caminan hacia mi coño, o debería decir Su coño... Dos dedos infiltrados y un suspiro.

-No te quiero escuchar Erytheia.

Comienza a masturbarme lento

-¿Qué tal el día pequeña?

-Bien Amo, tranquilita- digo aguantando un gemido... malditos-benditos dedos suyos...

-¿Qué has hecho?

-Al salir del trabajo, he ido a tomarme algo con un par de compañeras, con Beatriz y Eugenia, las conoció en la  última comida...

-Sí, las recuerdo. ¿A donde? - aceleró el ritmo....

Cogí aire - Al centro... a... aquel lugar que fuimos.... aquel día que merendamos helado de chocolate.... Amo... por favor.

-No sé que sitio era... ¿No recuerdas el nombre?

-Sí, Amo... la Plaza... Creo que ese era el nombre... comimos ensaladilla Señor...

-¿Y has comido bien nena?

-Sí, Amo... montaditos, salpicón de marisco.... - Mis ojos no podían ser más suplicantes.

-¿Te ocurre algo nena?

-Por favor Amo.

-¿Qué quieres pequeña?

-Correrme Señor, permitame entregarle mi placer, por favor.
-¿Fuiste a tomar postre?

-Fuimos a tomar un café con helado, en la heladería de al lado de casa, la que me gusta.

-Correte.

En silencio, aguantando la respiración y cerrando los ojos me dejé llevar. Los orgasmos en silencio se me hacen especialmente intensos.
Limpié sus dedos con la boca, disimuladamente.
- Anda, bebe un poco y ve recuperándote... tenemos reserva en el restaurante.
-Gracias Amo.

Me acurruqué en su pecho y mientras el me acariciaba el pelo me terminé el mojito.

-Nos vamos nena.

Me levanté y agarró con fuerza mi mano.

-Medio paso por detrás. Vamos a jugar en el restaurante a un juego. Elige una vocal.

-La U

-¿Y porqué la U?

-Usted es mi Universo.

-Zorrita pelota, cuando entremos en el restaurante, no puedes decir la U durante la cena, cada vez que la digas habrá castigo.

Tras la cena había acumulado 8 U. Fuimos a casa en el coche, yo sin falda y con las tetas por fuera de la camiseta.

Cuando llegamos a su casa me terminé de desnudar y Él con un suave tirón de trenzas me indicó el brazo del sofá.

-Dime nena, qué prefieres ¿paleta o fusta?

-Lo que usted decida Amo.

-Contesta a la pregunta Erytheia.

-Paleta Amo.

-De acuerdo. Cuenta.

-Uno, gracias Amo. Dos, gracias Amo...

Ocho, conté los ocho y  cuando acabé mi Amo soltó la paleta y puso su polla en mi boca. La chupé y la lami entera, me la metí en la boca y succioné, jugué con ella hasta  que se derramó por mi garganta.  Fue a por crema hidratante y aplicó cremita sobre mi trasero colorado. 

Después me la metiò de una embestida por el culo, agarrado a mis trenzas y bombeó con fuerza.

-Por favor, Amo permítame correrme por favor Amo. -dije cuando no podía mád con mi excitaciòn.

-Cuando yo lo haga, nena, cuando yo lo haga.

Me dijo mientras mordía mi oreja con ternura y pasión.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Una noche cansada.

Llevo varios días cargadita  de trabajo... una época más atareada de lo normal. Salgo de trabajar muy tarde, está empezando a anochecer y me da coraje pensar que esta mañana apenas había amanecido cuando salí.

Casi me arrastro sobre mis tacones hacia la salida... hoy no me apetece alisar las arrugas de mi vestido azul, ni recomponer una trenza que ya no merece ser llamada así. Esta noche me meteré en la cama sin cenar, después de una ducha que no sabré disfrutar del cansancio. Ni siquiera oigo el dindin del ascensor al abrir sus puertas.

Una rosa y me suelto el pelo. Me besa en los labios mientras me abraza. Mi Amo, en la puerta, me lleva en brazos hasta el coche... podría pasar la eternidad enganchada a su cuello. En el coche una lata de te verde en mi lado, fresquita, dulce... mmm Lo Adoro por estas cosas. Nos dirigimos a mí casa. Bajo del coche y subo. Él abre la puerta trasera y agarra unas bolsas.  No sé lo que es, no hemos dicho palabra en todo el camino... me vale con su presencia para sentirme bien.

Abro la puerta y me desnudo, sé que le gusta así. Él lleva las bolsas a la cocina y cuando vuelve me agarra por detrás.

-¿Un baño pequeña zorrita?- me susurra al oido.

-Ahora mismo, Amo.- le digo dispuesta a prepararlo.

Me sujeta la mano, vamos juntos. Pruebo la temperatura del agua mientras Él enciende mis velas aromáticas favoritas. Dejo caer el jabón que hace espuma mientras Él suelta un par de bolas de aceite y unos pétalos de flores.

Desabrocho los botones de su camisa y bajo su pantalón despacio. Hace rato que se descalzó. Cuando con los dientes bajo sus calzoncillos no puedo evitar besar su polla.

-Vamos nena, vamos dentro.

Entra en la bañera y me ayuda a entrar. Me situa sobre Él. Con una esponja va lavando mi cuerpo, lo acaricia. Me voy perdiendo en las sensaciones que me provoca.

Cuando acaba me giro y lo enjabono yo a Él, que cierra los ojos, hasta que, sin ninguna intención... rozo con mis pechos su cara y él abre la boca y comienza a chupar un pezón...

Va turnando la atención que dedica a mis pechos, mientras yo sigo enjabonando, desde su cabeza a los pies, dejando para el final su entrepierna, que comienza a erguirse orgullosa.

La enjabono con las manos... dejando la esponja sobre su ombligo, deslizando el agua hasta su entrepierna. Hace rato que está limpia, pero sigo con las caricias, pajeándolo. Noto como empieza a gemir.

-Gírate y chúpala.

En esa posición, mi culo queda cerca de su cara y Él lame mi coño mientras yo chupo su polla. De vez en cuando un azote seco que me hace gemir.

Acelera el ritmo y yo con Él.
-Cuando veas que me corro, puedes hacerlo tú.

Comienzo a acelerar, a profundizar, a esmerarme cada vez más. Estoy muy caliente y no sé si aguantaré, estoy cansada y no controlo tan bien mi cuerpo.

Al fin noto su leche en mi garganta y me dejo llevar por un orgasmo largo, intenso y silencioso, mientras trago hasta la última gota. Cuando me recupero la dejo bien limpia. Lo miro y me sonríe, yo le devuelvo la sonrisa, orgullosa.

-Anda nena, vamos a acabar y salimos a cenar.
-Amo, no se si hay algo en la nevera, algo en condiciones quiero decir...
-Me lo imaginaba. Seguro que pensabas irte a la camita sin cenar ¿No?

Bajo la cabeza y me muerdo el labio, sonrío y pongo morritos... pocas cosas le importan tanto a mi Amo como mi alimentación.

Me besó la cabeza y me sacó de la bañera. Envueltos en albornoces esponjosos nos dirigimos a la cocina. Él sacó sushi de las bolsas, de mi restaurante favorito. Dos copas del armario y mi vino. Aún así, faltaba algo, Él llevaba tres bolsas y solo había sacado dos de la nevera.

-Si estás seca quítate el albornoz.
Me desnudé. Él se sentó y me indicó sus rodillas. Con los palillos le di un trozo de sushi en la boca y Él, me dio de comer directamente de su boca.  Comí así, enganchada a su cuello, con la certeza de que allí estaba más segura que en ninguna parte.

Cuando acabamos de comer me pidió que sacase la última bolsa del congelador... helado... pensé.

Fresa y mango, un sorbete que, tras tumbarme sobre la mesa, recorrió mis pechos mi ombligo y mi boca.

El postre lo tomamos así, el sorbiéndolo de mi, yo saboreándolo cuando él lo depositaba sobre mis labios, dejando que se derritiese en mi boca, sin moverme.

Me cogió en brazos y me llevó a la cama. Serían las once... yo no quería separarme de su lado, nunca.

Me lavó con una toalla húmeda los restos de helado que se habían quedado pegajosos en mi piel.

-Perrita, se que estás cansada. Gracias.
-Soy suya Amo, para servirle, para complacerle, para usted toda.
-Dime perrita. ¿Qué quieres?
-Quédese a mi lado Amo, quedese aquí esta noche.
-Eso por descontado mi niña. ¿Algo más zorrita?
-Hágame el amor Amo.

Me lo hizo, nos corrimos juntos, invadidos pro la ternura que su cuerpo desprendía. Y poco después, mis ojos se cerraban inevitablemente, mientras yo trataba de mantenerme despierta en su mirada.

-Duerme mi niña, duerme que yo te velo.

jueves, 14 de mayo de 2015

Una tarde más

Han bajado las temperaturas... hoy solo estamos a cuarenta grados a la sombra.... pero sigue siendo insoportable, pegajoso... llevo un vestido rojo, vaporoso, de tela fina... cualquier viento lo levanta... aunque tampoco sopla una pizca de viento... sandalias de madera con una sola tira roja y un tacón minúsculo que apenas merece ser descrito. Llevo una trenza que me nace de la parte superior derecha de mi cabeza y muere en mi hombro izquierdo... y esos tres mechones sueltos en el lado izquierdo... ¿Por qué dejé que mi peluquera me cortase esas capas?

Tengo un curso de la empresa, pero esta vez voy de profe... (si, yo... no tendrían a nadie más...) voy con la jefa y una compi con bastante más experiencia.... No estoy nerviosa, pero no dejo de balancear la sandalia en el aire... y no paro de pellizcarme el brazo... a lo mejor si estoy un poco inquieta, no se.

Entro y mi jefa me deja al mando... ¿Por queeeee? Si yo no mando ni en mi casa.... menos en mi casa...

Por suerte no va tan mal como pensaba... mi compi propone tomarnos algo para celebrarlo... no sé, mi Amo dijo que me recogería si acababa pronto...

Efectivamente mi Amo ha dejado de dibujar casitas hace rato (si, a mi me gusta ganarme los azotes a pulso...) y me espera en la puerta montado en la moto.

Me disculpo con mis compis y me dirijo a Él, yo que ya estaba contenta...

-¿Que tal le ha ido a mi zorrita? - me dice mordiendo el lóbulo de mi oreja.
-Bien Amo, mejor de lo que pensaba...
-Estupendo pequeña. Vamos a merendar, me caigo de hambre. -me abrocha el casco de la moto y me indica que suba.

Llegamos a una cafeterìa muy coqueta que hay cerca de su casa. Pide limonada para los dos, hace calor y tarta helada de chocolate.

-Ve a quitarte las braguitas nena, estas tan usable con ese vestido...

Cuando vuelvo, sobre la mesa y al lado de la limonada, hay un vaso lleno de hielos... y yo sin bragas...

Me indica con un par de golpes en la silla que me siente a su lado y con un beso en los labios me da limonada de su boca. Con la tarta sucede lo mismo, el la mastica y yo la trago... nunca pensé que pudiese habria un día en el que eso no me resultase asqueroso... y sin embargo... de su boca todo es un honor.

No es sencillo quererlo como lo quiero, pero es maravilloso, por eso, no dudo en obedecer cuando al oido me dice:

-te noto acalorada... coge un hielo y refréscate. 

Lo paso por mi cuello, por mi pecho... y al final entra en mi coño, que lo derrite. El calor no desaparece y Él lo sabe. Me indica de nuevo el vaso y repito la misma operación... el tercer hielo viene en su boca, directa a la mia... se derrite por mi cuello antes de bajar... y yo... me derrito de la excitación que provoca cada gesto suyo.

Pagamos la cuenta y nos montamos sn la moto. Llegamos a su casa.

-A la ducha perrita. Estoy harto de este calor pegajoso.

Me desnudo y lo preparo todo. Cuando entra estoy ya de rodillas esperando.

-Vamos nena, dentro.

El agua cae sobre mi pelo, incapaz de refrescar esta ansiedad que el roce de su cuerpo me provoca. Una esponja lava mi espalda, sus dientes marcan mi cuello... gimo dejandome llevar por sus caricias...

Siento el jabón en mi culo y la primera embestida llega deseada, tras ella una sucesión de sensaciones en un vaiven que acaba con otra ducha, su leche en mi espalda y un orgasmo acompañado de dos azotes secos. 

miércoles, 13 de mayo de 2015

Me quejaba yo de calor...

Hace calor, cuarenta grados a la sombra... ¿Que dejaremos para agosto? Y me quejaba yo de calor, hace unas semanas... Hoy me alegro de no poder llevar ropa interior... cuanta menos ropa mejor... además me alegro de que a mi Amo le guste el pelo recogido... no aguanto la melena sobre la nuca.... estoy en el sofá, he terminado todas mas cositas pendientes y tengo verduras hirviendo para tenerlas listas a la hora de cenar... suena el timbre.

-¿Sí?
-Soy yo, Erytheia.
Abro corriendo y mientras sube en el ascensor voy corriendo al baño, me aseo rapido, me quito la ropa y me pongo un poco de maquillaje. Salgo disparada hacia la puerta y me arrodillo. Suena el timbre y abro, sin levantarme.

Me levanta y me besa, pellizca uno de mis pezones... huelo su colonia... ummm  y me quejaba yo de calor, hace un ratito...

-¿Estabas ocupada nena?
-No Amo.
-Traete algo fresquito de beber... no aguanto este tiempo...
-Es insoportable, Amo.
Me meto en la cocina y saco una jarra de limonada con hielo y una tapita de hummus con zanahorias. A Él le encantan las dos cosas y yo siempre tengo en casa por si acaso.

-Ummm nena, perfecto... gracias perrita.
Está sentado en la butaca, frente al aire que Él mismo ha encendido. Me arrodillo entre sus piernas. Dirige una zanahoria bañada en hummus a mi boca y mastico con ganas... está bueno.

-Te veo con hambre perrita.
-De usted siempre mi Amo. -digo mirando su entrepierna con picardía
-¿Que quieres?
-¿Me la puedo meter en la boca, por favor Señor? -digo señalandola con el dedo...
-Vale, te lo condedo por esta vez.
-¡Gracias Amo! -digo mientras mis manos se lanzan a por el cinturòn. Voy a por la cremallera cuando...
-Las perritas no tienen manos...
Las pongo atrás y me dirijo con la boca a bajar la cremallera y el pantalòn. Agarro con los dientes el elástico del calzoncillo y la polla me da en la cara... a Él eso le encanta.

Le doy un besito en la punta y después empiezo a lamerla entera... la ensalivo y me la meto en la boca, despacio, succionando... se hace aún mayor en mi boca...  Mi Amo controla perfectamente su placer... y llevo 20 minutos chupando cuando se derrama en mi boca.  La Abro y se la enseño, juego con mi lengua.

-Bien nena, traga.

La limpio entera, dejándola reluciente y ya con las manos, previa orden suya por supuesto, la guardo.

-Sobre la mesa, bocarriba.

Me coloco y lo veo desaparecer... se ha llevado los platos, vuelve con la cuchara de madera y un vibrador enorme.

-Agarrate las piernas perrita... así, muy bien. Moja.

Ensalivé el consolador y lo metió en mi culo... la primera vez que hizo eso yo habia pasado 15 minutos diciendo que no entraría... entró con tanta facilidad que me gané unos azotes por listilla....

La cuchara de madera impacta en mis nalgas rápido, para ir cada vez más lento y más fuerte... recreandose en el dolor, en el color, en el placer... Empiezo a gemir y se arrodilla ante mi coño.

-Ahora nena, te vas a correr, te vas a correr mucho y no te quiero oir mas que gritos.

El quinto orgasmo, me lo arrancó al sacar el vibrador de mi culo.


lunes, 11 de mayo de 2015

Deseos.

Concédame mi Señor, en estos días tan raros un solo deseo... simple, pequeño... como yo.
Concédame Amo una vida fácil, enredarme en su pecho perdida entre el vello, sujeta a respiración.
Concédame ser suya de la forma más simple, penetrada por sus caricias, poseída por su mirada.
Concédame mi Señor la forma tranquila de su sonrisa, la perversidad de sus ideas...
Concédame una media luna de chocolate, que yo no quiero la luna del cielo, si no se acompaña con un café a su lado.
Concédame Amo una tarde sin pensar, una noche amada...
Concédame la felicidad de saberme suya, la marca de su mano sobre mi cuerpo...
Concédame una carcajada mientras una canción en la radio nos acompaña en el coche camino a la playa... aunque a usted no le guste la playa.
Concédame la facilidad de saber que quiero mi Amo, concédame la seguridad que solo siento entre sus manos.

Concédame mi Señor... una vida sencilla...


Concédame un beso


Concédame la felicidad

Concédame la eternidad...

miércoles, 6 de mayo de 2015

Billar

A veces nos encontramos en la calle principal de la ciudad, jugamos a ser desconocidos... yo paso desapercibida entre la gente, Él lo intenta... pero siempre llama mi atención sin querer, será la electricidad que provoca en mí. Llega un momento en el que se choca simulando casualidad conmigo y esa es la señal para seguirlo a una distancia cuidada. Lo persigo mientras el corre cada vez más. 
"Perra como me pierdas no te sientas en un mes."  mensaje en mi teléfono. 
"No Señor, pongo cuidado" contesto mientras acelero el paso... 

Se pierde en un callejón pequeño, me besa rudo mientras me apoya con la pared. Entra en un pub, yo aguardo fuera, espero órdenes. 

"Entra, tienen billar."- me dice. Entonces empieza el verdadero juego. Debo hacer todo lo que pueda por ganar, pero no puedo tocarlo, Él a mí si... Si gano yo se la chupo, si pierdo pongo culo. 

Abro mi escote varios botones. Le pido permiso para ir antes al baño y allí, me quito el tanga. con la minifalda inclinarme implica enseñarlo todo. 

Mientras Él tira yo pongo mis pechos en su campo de visión, cuando yo tiro Él mete dos dedos en mi coño... y fallo.... 

Al final siempre gana Él.. En moto vamos a casa, yo no he vuelto a llevar ropa interior. 

Llegamos a su casa y me desnudo. 

-A cuatro perra. 

Gateo hasta Él y beso sus pies, azota mi culo con el cinturón. 

Saca su polla. -Sin manos. 

Chupo, lo lamo entero... a Él le gusta sin manos, con las manos tras la cabeza mis pechos están a su merced. Yo llevo un rato excitada y los pellizcos en mis pezones me hacen ansiar el orgasmo. 

-Giraté, perra. 

Tal y como estoy, a cuatro y en el suelo, embiste en mi culo. Con dos dedos estimula mi clítoris. 

Se derrama en mi culo. 

-Mi perrita Erytheia, mi pequeña putita.

sábado, 2 de mayo de 2015

Rojo pasión.

Sandalias rojas de tacón, maxi bolso rojo, vestido blanco muy corto con tres rosas azules, tipo camisola de tirantas anchas. Pelo suelto, uñas y labios rojo. Camino segura... me siento guapa. Camino protegida, voy de su mano.

Nos hemos encontrado en una terraza, cerveza, aceitunas y patatas fritas.  Cuando se ha acabado su cerveza ha pagado y de la mano me  ha llevado ha su casa. 

Ahora caminamos deprisa, casi troto agarrada a su mano. Subimos en el ascensor aprieta mis pezones. Me besa con fuerza, baja y me quita el tanga, lo saca rápido.

Saca las bolas chinas, mete dos dedos en mi coño, sobra decir lo mojada que estoy... Llegamos y abre la puerta. El vestido vuelta sobre mi cabeza hasta el sofá.

-Buena chica, Erytheia. -me dice cuando saca de mi bolso cuerda roja. Me ata a una silla, las piernas abiertas unidas a cada pata.

Los brazos atrás, inmovilizada. Los pechos rodeados, aprisionados, altos... a mi sexo un cabo, que pasa entre la silla y mi cuerpo hasta mi espalda. Estoy a su merced y me siento segura, muy segura.

Se arodilla y me lame, mordisquea mi clítoris.  Coge una pequeña fusta de dentro de mi bolso y me azota los pechos. Cierro los ojos y gimo... me gusta.  Vuelve con un vibrador. Lo mete en mi coño y se sienta en la butaca.  Me mira mientras gimo de placer. 

-¿Estas excitada perra? ... te gusta... eres tan puta... Veo tu coño lleno y mojado...  te encanta ¿verdad Erytheia?

-Si, Amo... estoy muy excitada, me encanta...

-¿Quieres correrte?

-Por favor, Amo, me gustaría muchísimo.

-Bueno, ahora no es el momento.

Me dice mientras que se levanta y saca el vibrador de mi coño.  Pasea por el salón, retuerce mis pezones... pone su entrepierna cerca de mi cara, la veo dura.      Me desata lentamente, mientras masajea las marcas de mi cuerpo. 
-A cuatro, perra.
Un azote en el culo, otro...
-Detrás de mí, perra.

Lo sigo hasta la cama... allí me manda subir a cuatro, masajea mi culo despacio. Pone lubricante y chupo su polla.  Lentamente, poco a poco entró en mi culo y me folló despacio... aumentó el ritmo y con la mano comenzó a estimular mi clítoris.

Cada vez es más salvaje y cada vez estoy más excitada. Necesito correrme...

-Amo... ¿Puedo... correrme por favor? -digo entrecortada.
-Déjate llevar perra...

Eso hago, dejo de contener el placer y me dejo llevar... Exploto intensa, el placer choca  contra el vaivén de su pelvis y mis nalgas... el orgasmo se clava en mi vientres y pierdo el equilibrio... Él me sujeta

-¿Donde quieres que me corra perra?

-En mi boca, por favor Amo...

Me coge y me gira. Se vacìa en mi boca y yo lo trago golosa, para después limpiarla toda...

-Adoro tu culo Erytheia, lo adoro.